15/11/2025
Por este motivo los dermatólogos insistimos tanto en tener muchísimo cuidado con esos lunares “aparentemente inofensivos”: podrías estar confundiendo uno con un melanoma, el tipo de tumor maligno de piel más agresivo que conocemos.
El melanoma se origina en los melanocitos, las células que producen el pigmento de la piel. A diferencia de otros cánceres cutáneos que crecen más “a lo ancho”, el melanoma desde etapas tempranas tiende a crecer en profundidad, como ves en la imagen: se va hundiendo hacia las capas más internas de la piel, buscando vasos sanguíneos y linfáticos por donde puede viajar a otros órganos (ganglios, pulmones, hígado, cerebro). Ese crecimiento vertical es lo que lo vuelve tan peligroso: un lunar muy pequeño en la superficie puede estar siendo, por dentro, un tumor mucho más avanzado de lo que aparenta.
No todos los lunares oscuros son melanoma, pero sí hay señales de alarma que no debemos ignorar. Usamos la regla del ABCDE:
A de Asimetría: una mitad no se parece a la otra.
B de Bordes irregulares: difusos, dentados o mal definidos.
C de Color: varios tonos (negro, café, rojizo, gris, azul) en la misma lesión.
D de Diámetro: mayor de 6 mm, aunque puede ser más pequeño.
E de Evolución: cambia de tamaño, forma, color, pica, duele o sangra.
Ante cualquiera de estas características, el siguiente paso NO es “dejarlo a ver qué pasa” ni intentar quitarlo en casa. El dermatólogo cuenta con herramientas como la dermatoscopia y, cuando es necesario, la biopsia, para determinar si se trata de un lunar benigno o de un melanoma en etapas tempranas, cuando aún es curable con un tratamiento oportuno.
Recuerda: la diferencia entre un lunar y un melanoma muchas veces no se ve a simple vista… pero sí puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una enfermedad potencialmente mortal. Revisar tu piel con regularidad y consultar a tiempo puede salvar tu vida.
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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.