30/11/2025
Cambiar un patrón cognitivo, emocional o conductual es posible, pero cada uno tiene su propio ritmo.
Los patrones conductuales —como rutinas, evitaciones o hábitos diarios— suelen mostrar avances en pocas semanas, porque el comportamiento es el primer nivel donde el cerebro aprende por repetición y práctica.
Las respuestas emocionales toman un poco más: entre semanas y meses. Las emociones están ligadas a memoria, experiencias pasadas y a la regulación fisiológica, por eso requieren más tiempo, exposición gradual y herramientas para manejarlas.
Los patrones cognitivos profundos, como creencias de autovaloración o interpretaciones rígidas del mundo, suelen necesitar un proceso más largo. Modificar lo que hemos pensado durante años implica cuestionar, observar, entrenar la mente y generar nuevas formas de interpretar la realidad.
Cada categoría cambia a un ritmo diferente, pero todas pueden transformarse con constancia, acompañamiento y un proceso terapéutico adecuado.
No es que estés avanzando lento: es que el cambio genuino toma tiempo, pero siempre es posible.