06/11/2025
💬 Decir “no” también es amar
Desde niños muchos fuimos educados para complacer, para evitar el conflicto y para creer que la bondad consiste en decir siempre “sí”. Sin embargo, la madurez emocional y espiritual nos enseña que saber decir “no” no nos convierte en personas egoístas, sino en personas libres y auténticas.
🧠 Desde la psicología:
Aprender a poner límites es una habilidad esencial en el desarrollo psicoafectivo.
El “no” protege nuestra energía, nuestro tiempo y nuestra salud mental. Cuando una persona no logra establecer límites claros, suele experimentar culpa, ansiedad y agotamiento emocional, porque vive desde la necesidad de aprobación externa.
Decir “no” es una manifestación de autoestima sana, de conciencia de nuestras propias necesidades y de respeto por los otros. Los límites no son barreras para el amor; son los marcos que lo hacen posible.
✝️ Desde la teología:
Jesús mismo nos enseñó que el amor auténtico no es complacencia, sino verdad.
En los Evangelios, Él dijo “no” muchas veces:
Dijo “no” a las tentaciones del desierto (Mt 4,1-11).
Dijo “no” a quienes querían hacerlo rey (Jn 6,15).
Dijo “no” cuando debía retirarse a orar y no accedió a todos los reclamos de las multitudes (Mc 1,35-38).
Su “no” siempre estaba al servicio del “sí” al Padre. En esa fidelidad descubrimos que amar no es decir sí a todo, sino responder con verdad a lo que construye vida.
El límite, desde la fe, no niega el amor, lo purifica.
🌿 Desde la antropología cristiana:
El ser humano está llamado a amar en libertad. El amor auténtico necesita integridad: solo quien sabe decir “no” puede decir “sí” de manera libre y plena. Cuando cedemos por miedo, no amamos; nos sometemos. Pero cuando actuamos desde la verdad del corazón, amamos con autenticidad.