29/11/2025
La principal enfermedad del gato que puede afectar a las embarazadas es la toxoplasmosis, causada por el parásito Toxoplasma gondii.
Si la madre se infecta durante el embarazo, puede transmitir la infección al feto, lo que se conoce como toxoplasmosis congénita.
Los riesgos incluyen ab**to espontáneo, defectos de nacimiento y problemas neurológicos o de visión que pueden manifestarse meses o años después del nacimiento.
La prevención se centra en la higiene y en no consumir carnes crudas o poco cocidas y lácteos no pasteurizados, además de tomar precauciones con los gatos.
Riesgos para el bebé
Infección temprana:
Si la infección ocurre al principio del embarazo, el riesgo de que el feto desarrolle problemas graves es mayor, aunque la probabilidad de transmisión es menor.
Infección tardía:
Si la infección ocurre más tarde, el riesgo de que el bebé nazca con síntomas es mayor, pero los síntomas suelen ser menos graves.
Posibles complicaciones:
Los efectos en el bebé pueden variar desde leves hasta graves e incluir:
Ab**to espontáneo o muerte fetal.
Bajo peso al nacer.
Problemas de visión severos o ceguera.
Daño cerebral o del sistema nervioso central (hidrocefalia, retraso psicomotor).
Problemas de audición.
Prevención durante el embarazo
Higiene personal:
Lávate las manos a fondo con agua caliente y jabón después de manipular carne cruda, y siempre antes de tocarte la boca o los ojos.
Alimentación segura:
Cocina bien la carne. El parásito muere a altas temperaturas (alrededor de 72\ ^\circ C).
Evita carnes crudas o poco cocidas (como jamón curado o salami) y embutidos no cocinados.
Lava bien las frutas y verduras, y pélalas si es posible.
No consumas leche no pasteurizada.
Manipulación de arena:
Usa guantes si manipulas tierra (por ejemplo, en jardinería) y lávate las manos después.
Gatos:
Si tienes un gato, pídele a otra persona que limpie la caja de arena del gato o, si no es posible, usa guantes y lávate las manos muy bien después.
Otras medidas:
No es recomendable que una mujer se haga la prueba de detección de toxoplasmosis rutinariamente, a menos que su médico lo considere necesario.
La mayoría de los gatos no tienen toxoplasmosis, y si tu médico lo aprueba, no hay necesidad de separarte de tu gato, siempre y cuando sigas las medidas preventivas.