HOGAR GERONTOLOGICO OCTOPUSSY

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MANEJO ESPECIALIZADO DE PACIENTES CON ENFERMEDAD DE ALZHEIMER, SINDROME BIPOLAR AFECTIVO, DEMENCIA SENIL DE TIPO VASCULAR Y ARTERIOSCLEROTICO, ESQUIZOFRENIA, PSICOSIS MANIACO-DEPRESIVAS, TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO, ETC

FALSOS MITOS SOBRE LA ARTROSIS: MITO Nº 1: La artrosis es inevitable ¡FALSO! Aparece con los años… o noLa artrosis es un...
16/09/2016

FALSOS MITOS SOBRE LA ARTROSIS:

MITO Nº 1: La artrosis es inevitable
¡FALSO! Aparece con los años… o no
La artrosis es una enfermedad de carácter reumatoide que degrada el cartílago de las articulaciones, convirtiéndolo en una superficie irregular y haciendo que pierda su capacidad de amortiguación. Y tradicionalmente ha estado asociada al envejecimiento, lo que normalizaba de alguna manera los dolores articulares a partir de cierta edad.

Los mayores de 65 años se ven muy afectados por esta enfermedad y alrededor de la mitad de la población adulta de más de 50 años muestra signos de artrosis de rodilla. Y sin embargo, la artrosis no es la consecuencia inevitable del envejecimiento del esqueleto.

La artrosis puede y debe evitarse desde la prevención, siguiendo unas sencillas pautas de conducta y alimentación:
• Practicar una actividad física suave y regular.
• Evitar el sobrepeso, que provoca una presión excesiva sobre la articulación de la cadera y rodilla, además de una inflamación crónica que acaba afectando a las articulaciones de todo el cuerpo.
• Evite las malas posturas que impliquen movimientos repetitivos.
• Siga una dieta pobre en proteínas glicadas (AGE), que atacan el colágeno, principal componente del cartílago, y priorice los modos de cocción rápidos y a menos de 180º (como el v***r o el horno a baja temperatura), evitando empanados, fritos y barbacoas.
Cuando vea alguna persona mayor que no padece artrosis, indague sobre su forma de vida. Es probable que siga (aun sin saberlo) estas medidas. Y la primera gran mentira sobre la artrosis habrá caído por su propio peso.

MITO Nº 2: El dolor se palía evitando el movimiento
¡FALSO! Si las articulaciones se bloquean… ¡muévase!
Hace muchos años, el estar tumbado, el sedentarismo y la inactividad eran recetas habituales para evitar el dolor articular. Desgraciadamente siguen estando en boca de muchos (incluso de algunos médicos) a la hora de tratar a las personas con artrosis. Y no hay nada más alejado de la realidad.

La pieza maestra de la articulación es el cartílago, que envuelve y protege las extremidades de los huesos, y que está bañado en un gel, el líquido sinovial, que ejerce de lubricante natural y evita la fricción entre los huesos.

Para que el líquido sinovial actúe, debe circular e impregnar el cartílago mediante un sencillo mecanismo: el movimiento.

Por lo tanto, el sedentarismo es la peor receta para unas articulaciones que sufren y que, cuanto menos se usan, más se deterioran.

El ejercicio físico moderado, evitando los deportes con riesgo de traumatismo, se revela de nuevo como el remedio verdadero ante las falsas creencias.

MITO Nº 3: La artrosis se combate con antiinflamatorios
¡FALSO! El remedio, peor que la enfermedad
Para aliviar los dolores articulares, los médicos recurren con frecuencia a los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Pese a que muchos se venden sin receta, lo que los pacientes no saben es el riesgo que éstos tienen de producir úlceras digestivas, hemorragias o insuficiencia renal. Y además de los efectos secundarios y una eficacia bastante modesta, lo realmente grave es que a largo plazo pueden agravar la situación y acelerar la degradación y pérdida del cartílago. (1)

La prescripción de estos medicamentos es aún más difícil de entender cuando existen sustancias completamente naturales y de probada eficacia contra el dolor y la inflamación articular. Como estas dos:
• Harpagofito. Esta planta africana permite un alivio rápido del dolor en entre un 25 y un 45%. (2)
• Curcumina. Sustancia que se extrae de la cúrcuma, tiene propiedades antiinflamatorias y efectos protectores de las articulaciones. (3)
¿Por qué insistir entonces en los antiinflamatorios cuando la naturaleza pone a nuestro alcance remedios que obtienen resultados sensacionales contra la artrosis sin ningún efecto secundario? Seguramente encontremos la respuesta en los intereses comerciales de la poderosa industria farmacéutica.

MITO Nº 4: La artrosis es irreversible
¡FALSO! La solución está en su mano
A pesar de que las investigaciones en torno a la artrosis están siendo muy activas, aún no se ha logrado ningún tratamiento médico que la cure definitivamente. Pero una dieta adecuada, acompañada de algunas sustancias naturales, puede combatirla e incluso revertirla.

Pero debo ser honesto: la solución contra la artrosis sólo depende de usted.

En nuestro último número de Salud AlterNatura, que estamos a punto de enviar a la imprenta, hemos preparado un informe especial con todas las claves definitivas para enfrentarse a la artrosis y vencerla. Pero no merece la pena que lea nuestro artículo si no está convencido de que es usted el que debe actuar.
• En primer lugar, cuidando… ¡su corazón! Estudios han demostrado que el espesamiento de las paredes de los vasos sanguíneos obstruye parcialmente el aporte de nutrientes al cartílago, y que una mala irrigación sanguínea puede implicar su degradación y hasta la pérdida completa de la función articular. (4) (5)
• También descubrirá cómo la glicación (la “caramelización” de las proteínas del cuerpo) juega un papel muy importante sobre la degradación del cartílago y cómo combatirla. (6)
• Además, conocerá la importancia de una dieta pobre en gluten, debido a sus propiedades inflamatorias y la lista de alimentos que debe excluir desde hoy mismo de su plato. (7)

¿COMO QUIERE ENVEJECER?Continuamente nacen seres humanos mientras otros exhalan su último aliento. Y en medio de un hech...
10/09/2016

¿COMO QUIERE ENVEJECER?

Continuamente nacen seres humanos mientras otros exhalan su último aliento. Y en medio de un hecho y otro, nada menos que una vida.

Desde que asomamos la cabeza al mundo por primera vez, cada año que pasa, cada vela que soplamos, es un año más que hemos vivido. Un año más que nuestro cuerpo nos ha acompañado en esta aventura que es vivir.

Es imperceptible en el día a día, pero es real. Un buen día descubrimos que nos cansamos más al subir las escaleras y ni recordamos la última vez que hicimos una voltereta. Sentimos el abdomen más distendido, menos fuerza, y hemos ganado peso sin darnos apenas cuenta. Nuestra piel es menos tersa, hay arrugas alrededor de nuestros ojos y nos notamos menos agudos mentalmente. Y si miramos una foto de unos años atrás, nos encontramos mayores.

Estamos envejeciendo.

Es un proceso lento pero inexorable, tan natural como que se ponga el sol cada atardecer y vuelva a salir al amanecer. Tanto como nacer y morir, sencillamente porque es parte de la condición humana.
¿Qué ocurre al envejecer?
No todas las personas envejecen igual, pero hay rasgos generales asociados al envejecimiento, como es la pérdida progresiva de la capacidad visual y auditiva, la pérdida de fuerza y elasticidad muscular, alteraciones en el sueño, degeneración ósea, hipertensión, demencias seniles, alteraciones en la próstata en los hombres, menopausia en las mujeres…

Y es que el paso del tiempo -el envejecimiento- trae consigo cambios en el organismo que se reflejan en el deterioro progresivo de nuestros órganos.
¿Pero por qué envejecemos?
Desde tiempos inmemoriales los investigadores se han propuesto desentrañar qué es lo que ocurre en nuestro organismo con el paso del tiempo. ¿Se estropean nuestros órganos, como las piezas de un coche? ¿depende de nuestra genética y poco podemos hacer al respecto? ¿o, por el contrario, podemos imponernos a ésta?

El envejecimiento es un proceso complejo, y aún no se conoce en todo su alcance.

Una de las teorías para explicarlo, aún vigente, es la que lo relaciona con los radicales libres (los átomos que tienen un electrón suelto), que provocan cambios y daños celulares, acelerando el envejecimiento.

Pero los radicales libres no lo explican todo. Y es que con el paso del tiempo el organismo va perdiendo su capacidad de autorregenerarse, y también va disminuyendo la capacidad de las células de ir eliminando sus residuos. Las glándulas, por su parte, segregan menos hormonas (especialmente las sexuales), cuyo papel en el funcionamiento del organismo es esencial.

También está fuera de toda duda que la glicación (reacción química del organismo a los azúcares) y la inflamación (respuesta de nuestro sistema inmunológico a una infección o irritación) también nos envejecen.

La última teoría se centra en el papel de los telómeros, unas secuencias que se encuentran en cada rama de la X de los cromosomas, que protegen su información genética, y que a medida que pasan los años son cada vez más cortos.

Por supuesto, hay además factores externos que juegan un papel decisivo en el proceso de envejecimiento (ejercicio, tabaco, dieta…). Más adelante verá hasta qué punto realmente es clave su papel.

Envejecer es precisamente un fenómeno que nos diferencia de los demás seres vivos. Todas las demás especies animales van creciendo con el objetivo de permitir a los individuos reproducirse y cuidar a la prole. Cumplida esa misión, no viven mucho más. El hombre, por el contrario, vive mucho más allá de ese momento, cuando desde un punto de vista de perpetuación de la especie su presencia en este mundo no tiene ya sentido.

Y aquí nos encontramos. Ya no somos los jóvenes que éramos, pero queremos que esta nueva etapa en nuestra vida sea algo más que un lento declive plagado de achaques y enfermedades hasta el suspiro final.

A las personas mayores les preocupa envejecer. Hace cinco años se realizó en nuestro país una gran encuesta entre personas de más de 65 años. Una de las preguntas que se les planteaban era ésta: “¿En qué medida le preocupa su propia vejez?” Pues bien, el 71,1 % de los encuestados vivían esa etapa de su vida con preocupación.

Y lo que les preocupaba -que era la siguiente pregunta de la encuesta- no era mayormente el dinero o la incertidumbre económica (algo que apuntaba el 10,6% de la gente), ni la tristeza de ir perdiendo amigos o familiares (16,1%), sino la salud (86,6% de las respuestas). (1)

Si nos va a preocupar la salud cuando alcancemos cierta edad (o si ya la hemos alcanzado), ¿no deberíamos tomar un papel más activo y positivo hacia ella?
Envejecer mejor
“Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el arte dificilísimo de la vida”, dijo el fílósofo suizo Henri-Frédéric Amiel, una declaración en la que pese a su poso de tristeza (y es que su autor estuvo muy influido por la doctrina filosófica pesimista), sobresale una idea interesante: saber envejecer es la obra maestra de la vida.

Porque el viento sopla a favor cuando nuestro cuerpo es joven, pletórico de fuerza y energía, y es al ir pasando los años, con sus capacidades menguando, cuando la felicidad y el bienestar con el que vivamos esta nueva etapa dependerá en gran parte de nosotros mismos. Ir envejeciendo bien será nuestra “obra maestra”.

Ciertamente los años nos hacen más proclives a ciertas dolencias, enfermedades o alteraciones, pero envejecer no significa quedarse viendo pasar los años mientras nos atiborramos a medicamentos “para personas mayores”, plagados de efectos secundarios. Porque debe saber algo muy importante: muchas enfermedades asociadas a la edad son en gran medida enfermedades del estilo de vida.

Así que mejorando nuestro estilo de vida y alimentándonos de la forma adecuada (lo que incluye tomar suplementos cuando sea necesario) se puede prevenir y retrasar el avance de enfermedades que la medicina convencional considera inevitablemente unidas a la edad.

Por ejemplo:
• La medicina convencional se ve completamente impotente frente al alzheimer, una enfermedad que se considera inevitable e incurable y que tiene sumidas en el olvido a casi un millón de personas en nuestro país. La realidad es ésta: prevenir la enfermedad es a día de hoy la única estrategia que funciona. ¿Y cómo hacerlo? Con la dieta adecuada (pobre en pan, pasta, fructosa y dulces, entre otros alimentos vetados, y rica en verdura, frutas y grasas buenas) y con ayuda de los suplementos alimenticios que actúan directamente sobre nuestras células cerebrales.
• Las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) son dos enfermedades de la vista ligadas al paso de los años. Mientras que las cataratas se pueden corregir con una sencilla operación de cirugía (¿sabía que es la cirugía más practicada en nuestro país y con mayor lista de espera?), la DMAE es la principal causa de ceguera en las personas mayores de 55 años. Una dieta rica en antioxidantes, en pescados grasos y con suficiente aporte de vitaminas del grupo B (entre otras cosas) puede obrar el “milagro” en estas enfermedades.
• La osteoporosis es una enfermedad, de graves consecuencias, que se ha convertido en un pretexto para un negocio boyante: el de la industria alimentaria (que se sirve de ella para vender sus productos lácteos) y el de la industria farmacéutica, que vende millones de cajas de medicamentos que se supone que refuerzan los huesos y que en realidad a largo plazo a veces son la causa…. ¡de fracturas óseas! ¿Hay que tirar la toalla y resignarse a que los huesos se nos vayan quedando como la piedra pómez (porosos y frágiles)? ¡En absoluto! Éste es el mensaje: la osteoporosis se previene -e incluso se trata si ya se sufre- sin inútiles sobredosis de lácteos ni medicamentos.
• El párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más extendida en el mundo tras el alzheimer, y afecta sobre todo a partir de los 55 años, con un pico de frecuencia hacia los 70. Se dedican importantes esfuerzos a la investigación del párkinson, pero la medicina convencional sigue en un punto de gran incertidumbre: aún no se sabe su causa, no existen pruebas diagnósticas claras y sólo hay tratamiento para los síntomas. El párkinson es uno de los casos más claros en los que vale la pena profundizar en otros enfoques… porque los hay y funcionan.
• Con el paso de los años, las arterias se van deteriorando, volviéndose más gruesas y rígidas y causando así la terrible arterioesclerosis. En consecuencia, se reduce el espacio por el que circula la sangre, lo que genera problemas cardiovasculares como angina de pecho, infarto, etc. El gran problema es que a la arterioesclerosis sólo se le suele prestar atención cuando ya ha causado la enfermedad cardiovascular, pero la buena noticia es que mediante la alimentación y otras pautas es posible evitarla y salvar la salud de sus arterias.
• A los 20 años el porcentaje de hipertensos es muy bajo, pero después aumenta de forma uniforme hasta afectar al 40% de las personas de 65 años y al 90% de las de 85. A la hipertensión se la conoce como “el enemigo silencioso”, pues sus peligros sus muchos y a veces no tan obvios: infarto de miocardio, accidente cerebro vascular (ACV), insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, ceguera… Los medicamentos contra la hipertensión parecen la solución (una pastillita al día parece poca cosa y uno se olvida de que tiene la tensión alta), pero no la “curan”, sino que la mantienen dentro de unos límites de forma artificial a costa de alterar el metabolismo de su organismo. ¿Por qué hacerlo sin haber intentado antes un plan de acción natural? Y es que en algunos casos es posible volver la tensión a sus valores normales sin pastillas.
• Si es usted hombre y tiene 50 años o más, tiene muchas probabilidades de sufrir molestias por tener la próstata algo más grande de lo normal. Y si aún no las sufre, probablemente lo hará, pues la mitad de los hombres de hasta 60 años tiene una próstata demasiado grande, un porcentaje que llega al 90 % en el caso de los mayores de 80. ¿Tiene solución? Como siempre, la medicina ha preparado un batallón de medicamentos que a primera vista parecen eficaces, pues actúan sobre los síntomas, pero todos tienen efectos indeseados, algunos de ellos muy serios. Por eso debe saber que existen remedios naturales inocuos y eficaces que ayudan a limitar el crecimiento de la próstata y sus molestias (¡capaces de conseguir que deje de levantarse por las noches para ir al baño!).
• Y si es usted mujer y ronda esa edad, a lo que debe enfrentarse es a la menopausia. Obviamente no es una enfermedad, pero el que su organismo deje de segregar estrógenos y progesterona tiene consecuencias en su calidad de vida: sofocos, cambios de humor, insomnio, cambios en su figura… Una vez más, los médicos prescriben tratamientos con hormonas (peligrosísimos para la salud salvo que se trate de una fórmula bioidéntica, se utilicen en dosis moderadas y sus componentes estén equilibrados, entre otras precauciones). Aún así, hay soluciones naturales a su alcance para hacer frente de forma natural a cada molestia que pueda presentarse.
Alzheimer, cataratas y degeneración macular asociada a la edad (DMAE), osteoporosis, párkinson, arterioesclerosis, hipertensión, problemas de próstata, molestias ligadas a la inevitable menopausia…

ALGUNAS COSITAS DE MAS: Combatir el estrés tras la vuelta de las vacaciones. Le proponemos un completo programa compuest...
07/08/2016

ALGUNAS COSITAS DE MAS:

Combatir el estrés tras la vuelta de las vacaciones. Le proponemos un completo programa compuesto por cinco pilares básicos y que incluye tres tipos de plantas anti estrés. Deberá empezar a ponerlo en práctica durante las vacaciones para así volver al trabajo mucho más relajado y, sobre todo, gestionar de otra forma el estrés de ahora en adelante, para aumentar su calidad de vida durante todo el año.
• Tisana para dejar de fumar. Si ha pensado en dejar de fumar de una vez por todas, la infusión que le ofrecemos este mes en Plantas & Bienestar sin duda le interesará. A base de diente de león, llantén mayor, astrágalo y fumaria, junto a otras plantas, podrá limpiar su organismo, que es el primer paso para vencer la dependencia a la nicotina de forma saludable y eficaz.
• Crema exfoliante para mantener el bronceado. El buen color de las vacaciones se puede perder en un abrir y cerrar de ojos. Para limpiar la piel tras los excesos del verano sin perder el moreno, le indicamos la receta para preparar una crema exfoliante ¡que además le ayudará a combatir la celulitis!
• Hongos. Cada vez son más los estudios que confirman las virtudes de los hongos, usados en Asia desde hace milenios. Por ello hoy en día se les considera los medicamentos del futuro, gracias a su formidable potencial terapéutico. Conozca los beneficios que ofrecen para tratar todo tipo de infecciones, además de enfermedades como la diabetes y el cáncer.
• Energía. Si padece fatiga, para recuperar la energía no hay nada mejor que los estimulantes que ofrece la naturaleza, como es el polen fresco, la hoja de ortiga o el agua de mar, entre muchos otros. Eso sí, primero deberá conocer el tipo exacto de fatiga que tiene (nerviosa, física, síndrome de fatiga crónica…) para elegir el remedio adecuado.
• Arándanos. Además del poder nutritivo de sus frutos, descubrirá que los arándanos son muy beneficiosos para la salud, en concreto la de sus ojos. Le indicamos todas las variedades que puede cultivar usted mismo… ¡junto a estupendas ideas de recetas para sacarle el máximo partido a su delicioso sabor!
• Lachnanthes. Esta planta americana es el mejor aliado para los problemas de cuello y la tortícolis, que además le ayudará a recuperar la flexibilidad a sus cervicales.
• Té verde contra la sequedad bucal. Nuevos estudios confirman los beneficios del té verde para la producción de saliva, y por tanto aliviar este incómodo problema.
• Brécol. ¿Sabía que beber brécol protege de la contaminación atmosférica? Un nuevo estudio lo confirma.
• ¡Y mucho más!

¿CUANTA SAL… ES “DEMASIADA SAL”?Si es de los que últimamente sólo prueba platos insípidos porque el salero se ha convert...
07/03/2016

¿CUANTA SAL… ES “DEMASIADA SAL”?
Si es de los que últimamente sólo prueba platos insípidos porque el salero se ha convertido en el enemigo número uno de su cocina, le interesará saber que no todos los expertos están de acuerdo con la recomendación de reducir a toda costa el consumo de sal.

Todos los científicos coinciden en que tomar cantidades ingentes de sal no es bueno para la salud… ¿pero habría que tomar tan solo 5 gramos al día, tal y como recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y muchas autoridades sanitarias a los ciudadanos? Como cada vez que un estudio parecía señalar que la sal perjudicaba la salud, aparecía otro que sugería lo contrario, un grupo de investigadores de Columbia, en Estados Unidos, se ha dedicado a analizar concienzudamente 269 trabajos científicos centrados en el consumo de la sal y su impacto en la salud. (1)

Los resultados de esta comparativa son cuanto menos sorprendentes, sobre todo si tenemos en cuenta la guerra que lleva abierta contra la sal desde hace años. Y es que sólo el 54% de los estudios que se han analizado apoyan las recomendaciones de la OMS para reducir el consumo de sal.

Por su parte, el 33% no está de acuerdo con esas recomendaciones, pues señalan que reducir tan drásticamente la sal, aunque en un principio sí disminuiría la presión sanguínea y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, al final crearía problemas de salud debidos a una ingesta demasiado reducida de sodio.

Por último, el 13% restante asegura que sus resultados no han sido concluyentes. Es decir, que no cuentan con pruebas sólidas que permitan confirmar que, si se reduce la sal hasta esos niveles, desaparecerán los problemas de salud asociados a un consumo excesivo.

No se trata de asegurar ahora que puede tomar toda la sal que desee sin riesgos. Nada más lejos de la verdad. Lo que ocurre es que, como ha demostrado este meta-análisis, existe una discrepancia bastante importante sobre lo que se considera “demasiada” sal, que al final deja a los consumidores inmersos en un mar de dudas sobre si deben seguir o no la recomendación de las autoridades sanitarias -y hasta las indicaciones de su médico- respecto a tomar menos sal.

LA SAL ES FUNDAMENTAL PARA LA VIDA HUMANA:
La sal es fundamental para la vida humana, tan sencillo como que no se puede vivir sin ella. Hasta la palabra “salario” procede de la raíz latina “sal”, porque en ocasiones a los romanos se les pagaba con ella. En Polonia, a los peregrinos se les sigue recibiendo hoy en día en los pueblos con agua y sal, los dos ingredientes más necesarios para la vida.

Y de hecho, la sal natural no transformada es importante para numerosos procesos biológicos, como por ejemplo:
• forma parte de la composición del plasma sanguíneo (el líquido en el que están inmersos los glóbulos), la linfa y el líquido amniótico.
• transporta los nutrientes a las células y a su vez desde éstas.
• conserva y regula la presión sanguínea.
• aumenta el número de células gliales en el cerebro, que permiten el pensamiento creativo y la planificación a largo plazo.
• ayuda al cerebro a comunicarse con los músculos, con el fin de que podamos controlar nuestros movimientos, a través de intercambios de ion entre sodio y potasio.
Como ocurre con todos los alimentos, sean cuales sean, es evidente que no debemos atiborrarnos a sal.

Además, según algunos estudios, en el caso de las personas que ya padecen hipertensión y que siguen un régimen de bajo índice glucémico para reducir la presión sanguínea, disminuir también el consumo de sal mejora los resultados de dicho régimen. (7)

Pero para las personas sanas, el problema no es tanto el nivel de sal (cloruro de sodio) como el nivel de potasio, un electrolito fundamental del que en general adolece la dieta moderna.
HIPONATREMIA: CARENCIA DE SODIO.

Muchas personas no son conscientes de ello, pero el riesgo de sufrir problemas de salud aumenta de manera significativa si tenemos carencia de sodio. Así, puede provocar “hiponatremia”, un estado funcional provocado por la baja ingesta de sodio o bien por una pérdida excesiva de éste en el organismo. La hiponatremia no siempre se origina por una carencia alimentaria de sodio, salvo en casos extremos (como en los campos de concentración), sino también por la ingesta de medicamentos, la absorción excesiva de agua, la deshidratación, la actividad física intensiva y algunas enfermedades, entre las que se encuentran aquellas que afectan el funcionamiento del hígado, los riñones y la glándula tiroidea. El sodio es un electrolito responsable de numerosos procesos fisiológicos críticos, como la regulación de la cantidad de agua que se encuentra en nuestras células.

Por tanto, si la sangre se vuelve demasiado pobre en sodio, los niveles de líquidos corporales aumentan y las células comienzan a inflarse. Esta hinchazón puede provocar numerosos problemas de salud, en ocasiones graves.

En el peor de los casos, la hiponatremia puede ser mortal, provocando hinchazón cerebral, coma y hasta la muerte. Parece que las mujeres en periodo de premenopausia tienen mayor riesgo de que se produzca un ataque al cerebro relacionado con la hiponatremia, dado que las hormonas femeninas afectan a la regulación de sodio.

Pero una hiponatremia puede tener efectos más discretos que le pasen desapercibidos a nuestro médico y no los relacione con un problema de electrolito. La hiponatremia puede provocar los siguientes síntomas y señales:
desvanecimiento,
coma
náuseas,
vómitos y cambios en el apetito
pérdida de energía
debilidad muscular, espasmos o calambres
dolor de cabeza
fatiga
aturdimiento
incontinencia urinaria
alucinaciones
nerviosismo, irritabilidad y cambios de humor
Los cambios de humor y de apetito se encuentran entre los primeros signos de falta de sodio, pero esta causa se suele ignorar. Y en cualquier caso, para evitar las enfermedades cardiacas, la recomendación que recibirá probablemente sea la siguiente: “beba mucha agua, haga mucho deporte y reduzca el consumo de sal”. Es decir, la receta “perfecta” para llevar nuestro nivel de electrolitos a la hecatombe.

Y existen pruebas de que un nivel bajo de sodio todavía puede dañar la salud de otras formas:
• Un estudio realizado en 2009 sobre las fracturas de huesos más graves entre personas mayores constató que la incidencia de hiponatremia en los pacientes que sufrían fracturas era dos veces mayor que en los pacientes que no las sufrían. Los investigadores dieron por supuesto que la causa de la deficiencia en sodio estaba relacionada con el consumo de inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), una clase de medicamento antidepresivo. (8)
• Un estudio de 1995 realizado por la “American Medical Association”, publicado en la revista científica “Hipertensión”, constató que un nivel pobre de sodio en la o***a estaba asociado con un mayor riesgo de infarto. (9)
LA IMPORTANCIA DEL EQUILIBRIO SODIO/POTASIO:
La sal natural refinada es esencial para la vida, pero eso no quiere decir que tengamos que absorberla impunemente. Un factor determinante que debemos tener en cuenta es la proporción sodio/potasio existente en nuestra dieta. Un porcentaje desequilibrado no sólo puede provocar hipertensión (presión sanguínea muy alta), sino también contribuir a otras muchas enfermedades como:
infartos y accidentes cerebro vasculares (ACV)
problemas de memoria
osteoporosis
cataratas
cólicos nefríticos (piedras en el riñón)
úlceras y cáncer de estómago
artritis reumatoide
impotencia sexual
La manera más sencilla de crear un desequilibrio es consumir alimentos extremadamente pobres en potasio y ricos en sodio. Según un artículo publicado en 1985 en la revista científica “The New England Journal of Medicine” titulado “Paleolithic Nutrition”, nuestros ancestros cazadores-recolectores consumían 11 gramos de potasio al día y 0,7 g de sodio. Esta proporción hoy en día se ha invertido, ya que la dieta moderna actual aporta más bien 2,5 g de potasio al día y 4 g de sodio. Si tomamos muchos platos preparados, que casi siempre tienen mucho sodio pero pocas veces potasio, tenemos prácticamente garantizado poseer una ratio potasio/sodio invertida.

Esto podría también explicar por qué consumir mucha sal de mesa parece afectar a algunas personas más que a otras. Según un reciente estudio sobre el consumo de sodio y potasio, las personas que consumen a la vez mucho sodio y poco potasio tienen el doble de riesgo de morir de un ataque al corazón que las demás. Publicado en los “Archives of Internal Medicine” en julio de 2011, fue uno de los mayores estudios realizados sobre el tema. (10)

Entonces, ¿cómo asegurarse de tener estos dos nutrientes en una proporción adecuada?

Deje de lado los platos preparados y la comida transformada industrialmente en beneficio de alimentos frescos, enteros y, si es posible, procedentes de agricultura ecológica para garantizar una buena concentración de minerales. Este tipo de dieta aporta de manera natural mayores dosis de potasio que de sodio.

Una gran parte del aporte de sal de la población española procede a día de hoy de los platos preparados y la comida industrial: panes de todo tipo, pizzas congeladas, platos preparados, aperitivos industriales y también galletas y cereales para el desayuno. Y aunque el Ministerio de Sanidad llegue a todos los acuerdos que quiera con la industria e incluso impusiera multas con el fin de que vayan disminuyendo su contenido en sal, en mi opinión lo que ocurre es que el consumo de estos alimentos debe evitarse en cualquier caso.

Y esto también se puede aplicar a la restauración rápida, de la que hoy en día sabemos que ha sobrepasado, en cifra de negocios, a la restauración tradicional. Los españoles pasan menos tiempo que nunca cocinando y, a pesar de la crisis, multiplican sus comidas fuera de casa (bares, pizzerías, kebabs, restaurantes de comida rápida…) a pesar del presupuesto que ello representa, de la calidad en general pésima de los ingredientes utilizados y de la ausencia de control sobre lo que en realidad nos estamos metiendo en la boca.

¿Quién sabe de verdad exactamente de qué está hecha la “carne” del kebab y la salsa “blanca o picante” que lo acompaña (aparte de sal)? ¿Cómo se elabora la carne de los restaurantes asiáticos? De hecho, ¿de donde procede? Y la misma pregunta sobre el líquido pegajoso en el que las suelen embadurnar Y en los autoservicios, ¿quién está en la cocina? ¿de dónde proceden los alimentos que nos servimos?

Tomar el control sobre nuestra alimentación, basando ésta en productos que se pueden identificar, frescos y a ser posible ecológicos, es el medio más eficaz para recuperar la salud, consumir menos sodio y más potasio.
POR QUE NECESITAMOS POTASIO:
Nuestro cuerpo necesita potasio para regular la presión sanguínea. Afecta a nuestra masa ósea, al sistema nervioso, a los músculos, a las glándulas adrenales (que fabrican hormonas), al corazón y a los riñones. Por lo general se encuentra adherido a un anión básico y permite de esta manera conservar el pH bueno (la acidez buena) de nuestros fluidos: sangre, linfa, líquido amniótico…

La carencia de potasio puede desembocar en un desequilibrio de los electrolitos y provocar una enfermedad denominada hipopotasenia (o hipokaliemia), que se caracteriza por:
retención de líquidos
una presión sanguínea mayor (hipertensión)
arritmia cardiaca (el corazón late de manera irregular)
debilidad muscular y calambres
constante sed
estreñimiento
ALIMENTOS RICOS EN POTASIO:
No le recomiendo que tome suplementos alimenticios de potasio para corregir un desequilibrio si no se lo ha recetado ningún profesional de la salud. Prueba de que el potasio en dosis altas es peligroso para la salud es que es uno de los componentes que se utiliza en las inyecciones letales que se administran en Estados Unidos a los condenados a la pena capital, pues es capaz de provocar la muerte de manera instantánea por una parada cardiaca.

Por tanto, es preferible modificar nuestro régimen alimenticio e incorporar en él más alimentos ricos en potasio.

Todas las frutas y verduras son excelentes fuentes de potasio, pero algunas, evidentemente, son mejores que el resto. La palma de oro se la lleva la levadura seca, un hongo que contiene 2.000mg/100g. Le siguen:
Las patatas al horno, cocinadas con piel. Se deben consumir con moderación por su alto contenido en almidón, que aumenta la resistencia a la insulina y la leptina.
Las alubias blancas también son muy ricas en potasio, con 1.061 mg por cada taza de 250 ml.
Los tomates.
Las calabazas.
Las espinacas cocidas.
Frutos como los higos también son muy interesantes.
Papaya, ciruela, plátano, brócoli, coles de Bruselas, aguacates, espárragos y calabaza.

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