18/07/2025
BUSCA A DIOS AHORA
La comprensión de Dios se logra sólo con un gran esfuerzo por parte del yogui, y por la gracia divina. Aunque Dios puede ser abordado por la ley, todavía por el Buscador de corazones, debe estar convencido de que un devoto realmente lo quiere antes de enviar su gracia.
Dios niega la iluminación final a un devoto, por más perfeccionado que pueda estar en la ciencia del Yoga, que no lo desea de todo corazón.
Recuerdo un tiempo en el ashram de mi gurú, Swami Sri Yukteswar, cuando mes tras mes, con la mayor devoción, estaba buscando a Dios; sin embargo, estaba experimentando una especie de estancamiento.
Cuando pregunté al Maestro sobre mi problema, dijo: "Crees que si tuvieras más poder mental o más poder milagroso te darías cuenta más plenamente de que Dios está dentro de ti. Pero eso no es así. Supongamos que él respondió dándote el control sobre todo el universo. La posesión de tal poder dejaría tu corazón todavía insatisfecho. Dios es la alegría siempre nueva que ya sientes en la meditación. Cuando el hombre ama esa alegría por encima de todo en este mundo, deseándola más que dinero y fama, más que sus indulgencias en estados de ánimo y hábitos y experiencias sensoriales, Dios abrirá el camino. Pocos devotos están preparados para hacer tales sacrificios. "
Es a la vez muy fácil y muy difícil agradar a Dios. Él está jugando con sus devotos incluso en las pruebas, y él los pone a prueba todo el tiempo. ¡Qué fácil es llenar el día con tonterías, qué difícil llenarlo con actividades y pensamientos que valen la pena!
Sin embargo, Dios no está tan interesado en lo que estamos haciendo sino en dónde está la mente. Todo el mundo tiene una dificultad diferente, pero Dios no escucha ninguna excusa. Quiere que la mente del devoto esté absorta en él a pesar de cualquier circunstancia problemática.
Incluso cuando estoy comprometido a hablar contigo ahora, mi mente está siempre en Dios. Estoy con Él interiormente todo el tiempo. Vivo en su alegría. Amando y anhelando nada más que esa alegría, encuentro que todos los obstáculos a la unión de Dios dan paso delante de mí. Esta declaración no es un cuento de hadas, es verdad.