14/10/2025
A veces no es falta de comida.
Es falta de descanso, de silencio, de un respiro. 💜
Durante la lactancia, no todas las madres sienten más hambre.
Algunas, por el contrario, pierden el apetito.
Y eso también tiene explicación.
🧠 Cuando el cuerpo está agotado, el sistema nervioso activa el modo supervivencia: prioriza mantenerse alerta antes que alimentarse.
El cortisol —la hormona del estrés— puede disminuir la sensación de hambre, alterar la digestión y cambiar la manera en que percibes los alimentos.
Si a eso se suma la falta de sueño, la sobrecarga emocional y el cansancio físico del posparto, el apetito puede simplemente apagarse.
No es falta de voluntad, no es desinterés, no es flojera.
Es un cuerpo que está intentando sostenerlo todo.
Comer en este contexto no se trata de “forzarte”.
Se trata de acompañar al cuerpo con amabilidad:
— pequeñas comidas frecuentes.
— alimentos fáciles de digerir.
— pausas reales (aunque sean de minutos).
— pedir ayuda para descansar, aunque sea un poco.
A veces, una siesta y un vaso de agua también alimentan. 🌿
Tu cuerpo no está roto, está protegiéndote.
Escúchalo sin juicio, con gratitud.
💛 Guarda este video si te ha pasado o si quieres recordarlo en los días en los que el apetito no aparece.
Porque en la lactancia, cuidarte también es una forma de amar.
📚 SOPORTE CIENTÍFICO
1. Butte NF, King JC. Energy requirements during pregnancy and lactation. Am J Clin Nutr. 2001;73(5):991–1000.
2. Ferrão Walker G. The complicated link between breastfeeding, postpartum weight loss, hormones and social norms. The Swaddle. 2019.
3. Koss CA, et al. Appetite regulation and lactation physiology. Nutrients. 2020;12(8):2445.
4. Kendall-Tackett K. Psychoneuroimmunology of lactation. Clin Lactation. 2017;8(2):58–66.