Técnicas de sanación alternativas

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10/11/2017

Que son las Flores de Bach?

La terapia de las flores de Bach desarrollada hace más de cincuenta años por el médico e investigador inglés Edward Bach, nacido en Moseley cerca de Birminghan, en 1886 y se formó como médico en Londres. es uno de los fenómenos más interesantes de la medicina alternativa contemporánea.

Sus investigaciones le llevaron a reconocer que hay unos tipos de personalidad claros,que están relacionados con los distintos patrones de enfermedad, más allá de los síntomas físicos que el paciente presenta. Está basado en un concepto ausente en la medicina clásica: la relación entre el alma humana y la manifestación de la enfermedad, que tiene en cuenta el elemento psíquico de esta.

La medicina dominada por la química y la tecnología puede ser capaz de eliminar los síntomas de la enfermedad, pero no sus causas: aumenta el conflicto entre el alma y el cuerpo y la curación se hace imposible.

El método curativo del Dr. Bach se basa en el hecho de que la enfermedad no sólo es el resultado de trastornos corporales sino que tiene su origen en sentimientos y actitudes negativas que bloquean nuestra energía vital.

El punto fuerte de la terapia de las flores radica en la normalización de los trastornos psíquicos y en la resolución de los conflictos internos, así como en la mejoría del dolor físico con causas psíquicas reconciliables o síntomas concomitantes.

Muchas flores tienen una cualidad particular que es el equivalente exacto de una emoción humana.

Las flores de Bach no solo son adecuadas para el tratamiento armonizador psicofísico en enfermedades de todo tipo —en ocasiones de modo adicional al tratamiento médico— sino también para cuidar la salud y llevar una vida sana, puesto que estabilizan y eliminan lo puntos flojos de tipo psíquico.

Aplicaciones mentales y emocionales - Estas son las aplicaciones más conocidas de las flores de Bach, y en donde mejores resultados se encuentran.

Aplicaciones físicas - Se pueden tratar las predisposiciones mentales y emocionales a las enfermedades con flores de Bach.

Aplicaciones en mujeres - Las mujeres tienen su propia categoría de problemas físicos y emocionales, como son la pubertad, el embarazo, el parto, la lactancia y la menopausia.

Aplicaciones en bebés y niños - Desde un recién nacido que se está adaptando a un nuevo ambiente fuera del vientre materno, a un bebé o niño en desarrollo, o problemas de aprendizaje, podemos usar las flores de Bach en niños y bebés.

Aplicaciones en animales - Es bien conocido que los animales tienen emociones, y responden a cambios y situaciones estresantes como nuevos ambientes, pareja, amos, cuidadores e hijos, por ejemplo. Podemos usar las flores de Bach para ayudarlos con estas situaciones.

Aplicaciones en plantas - Aunque la respuesta emocional de las plantas es difícil de observar, podemos usar flores de Bach para tratar a las plantas siempre se enfrenten a situaciones de estrés, traumas o cambios. Además podemos tratar plagas, enfermedades, o simplemente si observamos que aparentan estar “tristes”.

Las propiedades sanadoras de las Esencias Florales de Bach, fueron explicados en su momento por el Dr Bach, en términos de una filosofía de vida, que contempla a la persona como algo más que un cuerpo físico externo que puede tratarse con medicina convencional.
Sugiriò que la enfermedad es un mensaje que llega desde nuestro ser interior, en una llamada al cambio de nuestra forma de vida y de nuestro punto de vista o actitud mental.

ENTREVISTA CON ANNE ANCELIN, LA MADRE DE LA PSICOGENEALOGÍAFAMILIA Agosto 14, 2017  Antigua resistente, tanto teórica co...
14/08/2017

ENTREVISTA CON ANNE ANCELIN, LA MADRE DE LA PSICOGENEALOGÍA

FAMILIA Agosto 14, 2017


Antigua resistente, tanto teórica como mujer de acción, abierta a todas las innovaciones, psicoanalista, analista de grupo –una de las primeras terapeutas que utilizó el psicodrama de Moreno en Francia– y profesora emérita de psicología en la universidad de Niza, donde dirigió durante más de veinte años el Laboratorio de psicología social y clínica, en otro tiempo colega de Jacques Lacan y de Françoise Dolto, se convirtió en una celebridad en el mundo entero cuando, habiendo ya comenzado la segunda mitad de su vida, publicó un libro que iba a convertirse en un best-seller: “¡Ay mis ancestros!”

La psicogenalogía comprende numerosas teorías y escuelas de pensamiento. Pero es, sin duda, a la Dra Anne Ancelin-Schützenberger a quien debemos el impulso inicial de este enfoque, especialmente en la sociedad francesa. El hecho de trabajar durante mucho tiempo con enfermos aquejados de cáncer –especialmente con la ayuda del método Simonton, que permite reforzar el sistema inmunitario mediante visualizaciones positivas– hizo que empezara a descubrir en sus biografías extraños fenómenos de repetición, que hablaban de un fenómeno de identificación con personas queridas desaparecidas.

Fue así como esta terapeuta inventó el método del “genosociograma” una especie de árbol genealógico muy especial que priorizaba hechos extraordinarios y/o sobrecogedores y acontecimientos que podían causar una conmoción en bien o en mal, enfermedades, nacimientos, accidentes, casamientos, etc, poniendo de relieve, mediante un juego de gráficos, los lazos afectivos mayores. De esta manera, elaboró el concepto de “síndrome de aniversario”.


“Somos menos libres de lo que creemos, dice Anne Ancelin, pero tenemos la posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino repetitivo de nuestra historia si comprendemos los complejos vínculos que se han tejido en nuestra familia”.

¿Sú método? La «Terapia transgeneracional psicogenealógica contextual», cuya misión primera es estrechar el cerco de nuestras «lealtades invisibles» que nos obligan a «pagar las deudas» por nuestros ancestros, lo queramos o no, lo sepamos o no. Como escribe en ¡Ay mis ancestros!: “La vida de cada uno de nosotros es una novela. Vosotros, yo, vivimos prisioneros de una invisible tela de araña de la que también somos uno de los directores. Si enseñáramos a nuestro tercer oído, a nuestro tercer ojo, a comprender mejor, a oír, a ver estas repeticiones y estas coincidencias, la existencia de cada uno de nosotros sería más clara, más sensible a lo que somos, a lo que deberíamos ser.

Usted es psicoanalista, pero cuando recibe a un paciente, se interesa muy poco en su historia individual: le pide que le dé informaciones sobre la vida de sus ancestros. Le hace que escriba fechas. ¿Cómo ha llegado a transformar así el desarrollo de la cura?

En los años setenta, iba a analizar a domicilio a una joven sueca de treinta y cinco años que estaba desahuciada por el cáncer. Los médicos acababan de amputarle una parte del pie y se preparaban, impotentes, a amputar todavía más. Ya que yo era psicoanalista, pedí a esta mujer que dejara libre su mente y me contara todo lo que pasaba por su cabeza. Como ya sabe, este ejercicio habría podido desarrollarse durante diez años. Había el retrato de una mujer joven en la pared del salón. Mi paciente me dijo que se trataba de su madre, mu**ta de cáncer a la edad de treinta y cinco años. Y bueno, no sé porqué, ese día, esta doble coincidencia de edad y enfermedad me dejó estupefacta. De pronto tuve la impresión de que esta mujer se había programado para caer enferma a la misma edad en que su madre había mu**to de cáncer.

¿Qué le impedía pensar en la enfermedad como una simple casualidad?, ¿o más bien como una transmisión genética?

Esa es la dificultad que se plantea para todo lo que incumbe al inconsciente, invocar como una causa el azar. En cuanto a la genética, difícilmente podía hacer coincidir las fechas hasta ese punto. Sobre todo porque esta historia me recordó inmediatamente otra… Me acordé de que un día mi hija me había dicho: ”¿Te das cuenta mamá?, eres la mayor de dos niños y el segundo está mu**to; papá es el mayor de dos hijos y el segundo está mu**to; yo soy la mayor de dos hijos y el segundo está mu**to”. Esto había sido una primera conmoción. Esta vez, me dije que iba a verificar con otros pacientes lo que intuía respecto a esta mujer. Les pedí a todos que dibujaran su árbol genealógico y, si era posible, indicaran bajo el nombre de los ancestros los momentos más importantes de la historia familiar. Tuberculosis del abuelo, matrimonio de la madre, accidente de coche del padre. También les pedí que pusieran la edad y la fecha en las que se habían producido tales acontecimientos. Los árboles genealógicos me revelaron repeticiones asombrosas: una familia en la que las mujeres, leucémicas, morían durante tres generaciones en el mes de mayo; una sucesión de cinco generaciones en la que las mujeres se volvían bulímicas a la edad de trece años; una genealogía en la que los hombres eran víctimas de un accidente de coche el día de la primera vuelta a clase de su primer hijo.

¿Cómo pueden explicarse tales repeticiones? ¿Por qué repetimos cosas vividas por nuestros padres o por nuestros ancestros?

Repetir los mismos hechos, fechas o edades que han conformado el drama familiar de nuestros ancestros es para nosotros una manera de honrarlos y de serles leales. Esta lealtad es la que empuja a un estudiante a suspender un examen, con el deseo inconsciente de no estar por encima de su padre socialmente, o a seguir siendo fabricante de instrumentos de música de padre a hijo o, para las mujeres de una misma línea genealógica, casarse a los dieciocho años para dar a luz a tres hijos y, si es posible, niñas…

A veces, esta lealtad sobrepasa los límites de lo verosímil: ¿conoce la historia de la muerte del actor Brandon Lee? Le mataron durante un rodaje porque, desafortunadamente, alguien había dejado olvidada una bala en un revólver que debía estar cargado con balas de fogueo.

Ahora bien, justo veinte años antes de ese accidente, su padre, el famoso Bruce Lee, había mu**to en pleno rodaje, de una hemorragia cerebral, durante una escena en la que debía interpretar el papel de un personaje mu**to accidentalmente por un revólver que debería haber estado cargado con balas de fogueo..

¡Estamos literalmente impulsados por una poderosa e inconsciente fidelidad a nuestra historia familiar y tenemos una gran dificultad para inventar algo nuevo en la vida! En algunas familias, vemos que se repite el síndrome de aniversario –en forma de enfermedades, muertes, abortos naturales o accidentes – en tres, cuatro, cinco o a veces ocho generaciones. Pero hay una razón más intrincada por la cual repetimos enfermedades, así como accidentes de nuestros ancestros.

Si tomamos cualquier árbol genealógico, vemos que está repleto de muertes violentas y adulterios, de anécdotas secretas, de bastardos y de alcohólicos. Estas son cosas que se ocultan, heridas secretas que no se quieren mostrar.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando, por vergüenza o por conveniencia, no hablamos del incesto, de una muerte sospechosa, de los fallos del abuelo? El silencio que se haga sobre un tío alcohólico, creará una zona de sombra en la memoria de un hijo de la familia, quien para colmar ese vacío y rellenar las lagunas, repetirá en su cuerpo o en su existencia el drama que se le intenta ocultar.

En una palabra, será alcohólico como su tío.

¿Pero esta repetición supone que ese chico sepa algo de esta vergüenza familiar y que haya oído algo sobre su desgraciado tío… verdad?

¡Por supuesto que no! La vergüenza no necesita evocarse en absoluto para pasar la barrera de las generaciones y venir a perturbar un eslabón débil de la familia. Voy a darle un ejemplo de una niña de cuatro años que, en sus pesadillas, se ve perseguida por un monstruo. Se despierta por la noche tosiendo y, cada año, por la misma fecha, su tos degenera en una crisis asmática.
Es el 26 de Abril, me dice la madre. Yo conozco las fechas de la historia de Francia (muchos traumatismos ancestrales encuentran su origen en las persecuciones o en los campos de batalla). El 26 de Abril de 1.915, las tropas alemanas lanzaron por primera vez gas tóxico sobre las líneas francesas. Después, miles demilitares franceses de la primera guerra mundial perecieron asfixiados. El hermano del abuelo era uno de esos soldados. Le pido a la niña que dibuje el monstruo que ve en sus pesadillas. Ella dibuja con un lápizuna máscara de gas de la guerra de 1914-1918. Sin embargo nunca había visto una máscara de gas y nunca le habían dicho nada sobre la asfixia del abuelo.

A pesar de todos esos obstáculos, la información pudo pasar. ¿Cómo? Quizá por el hecho de querer evitarlo.

El recuerdo del mu**to mal enterrado creó en la madre una zona de sombra en la que se ocultó el dolor. Hipótesis: a lo largo de su vida, habrá habido lagunas en la forma de hablar de esta mujer; cada vez que haya encontrado la ocasión de pensar en la brutal muerte de su abuelo (una foto familiar, una imagen de guerra en la televisión), habrá manifestado una conmoción que, sin duda, se habrá expresado primero en la mirada, en la voz o en las actitudes más que en el contenido de las palabras que habría podido quizá intercambiar. Habrá evitado ver cualquier película de guerra… Habrá hablado mal de Bélgica. Habrá tenido miedo del gas.

Puedes continuar leyeQuiere decir que las imágenes, o los secretos de familia, pasan de una generación a otra por telepatía?

No. Por la unidad dual madre-niño. Creo que durante su desarrollo en el útero, el niño sueña como sueña su madre y que todas las imágenes del inconsciente maternal y del co-inconsciente familiar pueden impresionar de esta manera la memoria del niño que va a nacer. Esta hipótesis todavía no ha dado lugar a ninguna exploración científica seria. ¡Sin embargo, nos va en ello la salud!

La fidelidad a nuestros ancestros nos gobernaría… Nuestro inconsciente nos impulsaría a honrarla y, para ello, utilizaría medios sorprendentes: provocar un cáncer, enviarnos bajo las ruedas de un coche. ¿Se podría explicar esto en términos médicos?


En realidad, esta forma de maldición viene de un mecanismo que la medicina conoce cada vez mejor. Toda muerte o idea de muerte provoca en el hombre una depresión. Perder su propia casa o su empleo supone también un duelo. Al entrar en la tristeza del duelo se disminuye la inmunología. Muchas personas piensan de una forma totalmente inconsciente que van a morir a una edad concreta: “Mi madre murió a los treinta y cinco años y yo no sobrepasaré esa edad”, se dice la mujer.

A la edad prevista, cae en una depresión que debilita su sistema inmunitario hasta el punto de dar lugar a un cáncer. Es el mismo mecanismo para el accidente de coche:cuando llega la fecha aniversario de un traumatismo olvidado en la familia, alguien puede empezar a arriesgarse de manera insensata y el accidente, evidentemente, se produce. El inconsciente se encarga de todo eso, como si fuera un reloj invisible.

¿Puede evitarse? ¿Se puede salir de la repetición para nacer libremente a la propia historia?

Para curarse de la repetición, primero hay que ser consciente de ella. Recuerde la joven sueca. Cuando la ayudé a darse cuenta de que si sucumbía a su cáncer, no habría ya nadie para poner flores en la tumba de su madre, se operó un cambio radical en su enfermedad. Dejó de tener síntomas, volvió a g***r de más energía y a coger peso, recuperó su trabajo y una vida normal. Si el origen del mal está cerca de la consciencia, visualizar el árbol genealógico y darse cuenta de la repetición, pueden liberar al enfermo del peso de las lealtades familiares inconscientes.

Personalmente, únicamente haciendo que alguien dibuje su árbol genealógico, llego a poner al día en seis horas lo que podía hacer antes en diez años cuando una persona estaba en el diván! Pero veces también sucede que el secreto está tan escondido que la toma de conciencia no da nada. Entonces hay que recurrir al psicodrama. Porque éste ayuda a revivir la emoción de lo que se ocultó y a borrar la tensión que ha podido nacer entre lo que se nos oculta y lo que, de todas maneras, hemos presentido. Hablar, llorar, gritar, golpear, previenen la conversión de la enfermedad psíquica en síntoma somático. Por ello se necesita ponerlo en escena, representarlo. Durante una consulta, puedo invitar a un hombre a tocar la trompeta en un episodio sangriento de la batalla de Sedan, de pie en la alfombra, al lado del diván. Hago que interprete la muerte del bisabuelo en el campo de batalla.

El siglo XX ha sido el siglo de las hecatombes. Por primera vez en nuestra historia, millones de hombres han sido enterrados – a menudo sin sepultura – lejos de su tierra natal y lejos de sus ancestros. ¿Se podría hablar aquí de un enorme malestar transgeneracional en nuestra civilización?

Cuando se sabe que un mu**to mal enterrado impide que se pueda realizar debidamente el duelo en la familia, es fácil imaginar que una hecatombe pueda generar un inmenso malestar en nuestra civilización, en efecto. Y no cuento los hijos de los judíos deportados a los campos de concentración que sufren crisis asmáticas, eczemas y violentas jaquecas en las fechas aniversario de la deportación.

Creo que un trabajo terapéutico puede hacerse también a escala de los pueblos y naciones.Cuando un ancestro ha sufrido, es fundamental para la descendencia que su dolor sea reconocido. Fue muy importante para los Armenios ver reconocido recientemente su genocidio por la comunidad internacional, incluso cincuenta años después. Había que matar al fantasma. Y le apuesto a que millones de armenios se han apaciguado en lo más profundo de su ser. Dicho esto, no se necesitan circunstancias tan dramáticas para que el síndrome de repetición deteriore la existencia. Por ejemplo, entre las muchas personas que han venido a mi consulta porque estaban aquejados de trastornos psicosomáticos inexplicables, hay algunos de ellos que tienen pesadillas repetitivas que hacen que suspendan sistemáticamente sus exámenes y tiren por tierra su vida profesional. Pienso en un joven con el que descubrí que desde finales del siglo XIX, catorce de sus primos habían suspendido el bachillerato. Cercamos el origen de este trastorno y finalmente comprobamos que el bisabuelo de este chico había sido expulsado de su casa la víspera del bachillerato porque se había acostado con la criada y ésta se había quedado embarazada. Pues bien, el biznieto llevaba todavía el peso de esta “falta original” cuidadosamente escondida por toda la familia.

¿Cómo explicar la admiración actual por la terapia transgeneracional?

Estamos viviendo un periodo de transformación radical de nuestro entorno y de nuestra manera de pensar, de nuestro ámbito de vida y de su contexto. Muchos terapeutas se encuentran confrontados a casos difíciles que las teorías clásicas no explican o explican mal.Permitir un enraizamiento de la persona en su propia historia forma parte de las soluciones.

¿Puede darnos un ejemplo de deuda en las cuentas familiares?

La deuda más importante de la lealtad familiar es la de cada hijo hacia sus padres por el amor, afecto, fatiga y consideraciones que ha recibido desde su nacimiento hasta el momento en que se hace adulto. La manera de pagar esta deuda es transgeneracional, es decir que lo que hemos recibido de nuestros padres, se lo damos a nuestros hijos, etc. Pero sucede que hay distorsiones malsanas entre los méritos y las deudas. Tomemos un ejemplo clásico: en determinado número de familias, la hija mayor sustenta el papel de madre de los demás niños y a veces de su propia madre que, en ese caso, se hace ayudar, cuidar y apoyar por su hija. Es lo que se llama parentificación. Un niño que tiene que convertirse en padre siendo muy joven, lleva un desequilibrio relación al significativo.
En realidad, es difícil comprender los lazos transgeneracionales, el libro de los méritos y las deudas, porque no hay nada claro. Cada familia tiene su manera de definir la lealtad familiar. Pero el estudio transgeneracional puede aportar otro punto de vista decisivo.

En su trabajo usted insiste sobre la importancia vital de las “reglas familiares”

Citemos algunas reglas que encontramos a menudo. Existen familias para cuidadores/cuidados: algunos miembros cuidan a otros que están enfermos.También familias en las que la regla es hacer cualquier cosa para que el hijo estudie – el mayor no será el mayor de los hijos sino el primer hijo.
Hay familias en las que se fabrica así un hijo mayor para que se encargue de los negocios familiares. En otras familias, varias generaciones cohabitan sistemáticamente bajo el mismo techo…Cuando se mira un genosociograma, es importante ver bien qué reglas están en vigor y quien las elabora.
Puede ser un abuelo, una abuela, un tío. Cuando comenzamos a percibir bien esas reglas, podemos intentar ayudar a que la familia alcance un mejor funcionamiento en la relación y a que cada uno de sus miembros tenga un mayor equilibro entre deudas y méritos. No siempre es fácil comprender todo cuando se descifra a una familia..

Ud. también se ha interesado en el fracaso escolar que según usted sería a menudo de orden transgeneracional.

En el caso del fracaso escolar, hay que añadir el aspecto socioeconómico de estas lealtades familiares brillantemente analizadas por Vincent de Gauléjac, que me ha abierto bien los ojos.
Él demuestra hasta que punto es difícil para un buen hijo o para una buena hija sobrepasar el nivel de estudios de su padre; por ejemplo, se pondrá enfermo la víspera del examen o tendrá un accidente cuando va al lugar donde se realiza tal examen. Al hacer esto, responde inconscientemente al mensaje doblemente apremiante de su padre (o de su madre): “Haz como yo, pero sobre todo no hagas como yo!” O bien: “Haré cualquier cosa por ti y quiero que triunfes… pero me da un miedo terrible que me sobrepases y nos dejes”. Ahora bien, esos mensajes y actos fallidos datan, la mayoría de las veces, de generaciones precedentes. Ahí también estamos gobernados por la fidelidad a los ancestros aunque sea inconsciente o invisible.

¿Qué queda entonces del libre albedrío?

Todo. Porque se nos ha dado la elección de liberarnos de la repetición para nacer a nuestra propia historia.

Publicacion tomada de Consejos del Conejo.

LA MISION DE LOS GATOS EN NUESTRA VIDALa mayoría de la gente piensa que los gatos no hacen nada, son perezosos y todo lo...
04/01/2017

LA MISION DE LOS GATOS EN NUESTRA VIDA

La mayoría de la gente piensa que los gatos no hacen nada, son perezosos y todo lo que hacen es comer y dormir. Pues no es así. ¿Usted sabia que los gatos tienen una misión en nuestra vida? Aquí está una serie de datos sobre la vida secreta de los gatos.

Todos los gatos tienen el poder de remover energía negativa acumulada en nuestro cuerpo día tras día. En cuanto dormimos, ellos absorben esa energía.
Si hay más de una persona en la familia, y sólo un gato, él puede acumular una cantidad excesiva de negatividad al absorber energía de tantas personas.

Cuando duermen, el cuerpo del gato libera la negatividad que eliminan de nosotros. Si estuviéramos excesivamente estresados, pueden tener el tiempo suficiente para liberar tal cantidad de energía negativa, y consecuentemente se acumula como gordura hasta que pueden liberarla. Por tanto, se vuelven gordos –y usted piensa que era la comida con la que usted los alimentaba.

Es bueno tener más de un gato en casa para que la carga sea dividida entre ellos. Ellos también nos protegen durante la noche para que ningún espíritu indeseable entre en nuestra casa o cuarto mientras dormimos. Por eso les gusta dormir en nuestra cama.

Si consideran que estamos bien, no dormirán con nosotros. Si hubiera algo extraño pasando a nuestro alrededor, saltarían a nuestra cama y nos protegerían. Te puede interesar LA FUNCIÓN ENERGÉTICA DE LOS PERROS.

Si una persona viniera a nuestra casa y los gatos sintieran que esas personas están ahí para perjudicarnos o que llegan con mala energía, los gatos nos rodearían para protegernos. Cuando mis gatos comenzaron a hacer eso conmigo, no entendía porque se quedaban encima de mí o en mis pies. Después supe que me estaban protegiendo.

Entonces, mis oídos y mis ojos buscan inmediatamente ver la reacción de mis gatos para ver que van a hacer cuando alguien entre a mi casa. Si para a la persona, a olerla o quieren ser acariciadas por esa persona, se que me puedo relajar.

Si usted no tiene un gato, y un gato callejero entra en su casa adoptándola como su hogar, es porque usted necesita de un gato en ese momento en particular. El gato callejero se ofreció como voluntario para ayudarlo a usted. Agradezca al gato por escoger su casa para ese trabajo. Si usted tiene otros gatos y no puede quedarse con el callejeros, encuentre un lugar para él.

El gato llegó a usted por una razón desconocida para usted a nivel físico, pero en sueños usted puede ver la razón del aparecimiento del gato en ese momento, por si quisiera saber. Puede ser que haya un débito de los Karmas que él tiene que pagarle a usted. Por tanto, no asuste al gato. Él va a tener que regresar de un modo u otro para realizar esta obligación.

Los gatos nos curan

En la época de la Atlántida, los curanderos usaban cristales en sus trabajos. Los cristales eran usados como un canal de cura. Cuando los curanderos visitaban pueblos lejanos, ellos no podían usar los cristales porque el pueblo desconfiaba de ellos pensando que ellos usaban magia negra.

Como no podían usar cristales, llevaban gatos que ejercían exactamente la misma función de los cristales. El pueblo no tenia miedo de los gatos y permitían que ellos entraran en sus casas. De ese modo, los gatos han sido usados innumerables veces en el arte de la cura.

Los gatos son criaturas adorables, y aman a sus dueños por encima de todo, pero tienen una manera diferente de amar,pero, no obstante es verdadero.

Ellos son grandes amigos y compañeros, son dulces, amigables y fieles. Las personas alérgicas a los gatos son emocionalmente incapaces de amar a alguien con profundidad, porque reprimen sus verdaderos sentimientos. Adopte un gato, su vida nunca mas será la misma.

Tomado del articulo de Los Consejos del Conejo.

SI TIENES UN HIJO VARÓNSi tienes un hijo varón, ve tejiéndole unas alas con hilos rojos de admiración, cosidas con aguja...
28/11/2016

SI TIENES UN HIJO VARÓN

Si tienes un hijo varón, ve tejiéndole unas alas con hilos rojos de admiración, cosidas con agujas de dignidad y plumas de ángeles en libertad y en su mochila, el día que parta, coloca el latido de tu corazón, y varitas de hogar para comenzar su propio nido para que encuentre el amor de una mujer y lo dignifique con tu ejemplo.

Porque los hijos varones, no siempre regresan, se les ha sido dada la semilla y han de cuidar que crezca sana, por eso si tienes un hijo varón, dale principios, sentido de responsabilidad y aprecio por su nombre, porque son los varones los que resguardan el corazón de las mujeres y quienes no deben perder nunca su admiración.Si tienes un hijo varón, sabrás que hay que amarlos en la misma medida que los vas soltando, sabrás lo que duele y lo mucho que te enseñan, si tienes un hijo varón has tenido la gran oportunidad de enseñarle de primera mano el motivo de la confianza de las mujeres, la fortaleza que les aportan y el inmenso amor que les inspiran.

Si tienes un hijo varón, sabrás que a ellos se les ama en la misma medida que se les empuja a volar, con orgullo y con confianza, con aprecio y admiración por su temperamento y con la satisfacción que provoca su apuesta por el futuro, porque los hijos varones se guian por la fuerza del espíritu y amarán fuertemente en libertad, como tú encontraste el tuyo.

Cerca o lejos, si tienes un hijo varón, has ayudado a construir el mundo que necesitamos todas las mujeres, de respeto, de esperanza, de valor y de dignidad de género.

Copia tomada del artìculo de motivaciòn Consejos del Conejo,

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