29/11/2025
En la mayoría de los casos el daño ocurre por causas multifactoriales incluyendo la herencia genética, sin embargo, vamos a conocer los factores más comunes incluyendo algunos en los cuales podemos tomar medidas preventivas:
Mal funcionamiento de las válvulas: Las venas tienen válvulas que impiden el retroceso de la sangre. Cuando estas válvulas fallan (insuficiencia valvular), la sangre se acumula, aumenta la presión en las venas y debilita sus paredes.
Presión elevada:
- Sobrepeso: El exceso de peso genera presión adicional sobre las venas.
- Embarazo: El aumento del volumen sanguíneo y la presión del útero sobre las venas pueden dañarlas.
- Estar mucho tiempo sentado o de pie: Esta inmovilidad prolongada dificulta el retorno de la sangre al corazón, aumentando la presión venosa.
Envejecimiento: Con la edad, las paredes venosas tienden a debilitarse y pierden elasticidad.
Lesiones: Los golpes o traumatismos, incluso leves, pueden dañar venas que ya están debilitadas.
Infecciones o enfermedades: La vasculitis, una inflamación de los vasos sanguíneos, puede dañar su pared.
Coágulos de sangre: La trombosis venosa profunda (TVP) puede dañar las venas y causar una presión elevada que las debilita con el tiempo.
Factores hormonales: Los cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o por el uso de anticonceptivos o terapia hormonal, pueden relajar las fibras de colágeno en los vasos sanguíneos, debilitándolos.