Dra. Marcela Arce-Psicóloga

21/10/2025

20/10/2025

El Valor de la Amistad! Hoy en Buen Día ☀️

19/10/2025

17/10/2025

Me fui cuando ya no podía más
Di todo lo que tenía dentro. Hablé con el alma, expliqué con paciencia, lloré hasta vaciarme y esperé más de lo que debía. Intenté mantener viva una historia que ya solo respiraba por costumbre.
No me fui por orgullo, ni por falta de amor. Me fui porque me dolía quedarme. Porque sostener lo que se caía me estaba rompiendo por dentro.
Hay momentos en los que el corazón quiere seguir, pero el cuerpo y la mente se rinden primero. Es ahí cuando uno entiende que también se puede amar en silencio y soltar con lágrimas, sabiendo que quedarse ya no es sinónimo de amor, sino de desgaste.
Me fui con el alma temblando, pero en paz. Porque aunque dolió soltar, dolía más seguir intentando sostener algo que ya no existía.
A veces, irse también es una forma de quererse.

15/10/2025

‎Tu no eras fría… te apagaron.
‎No eras indiferente.
‎
‎Eras de las que entregaban todo sin medida,
‎de las que escribían para saber si ya había comido,
‎de las que preparaban sorpresas aunque el cansancio pesara,
‎de las que lloraban en silencio cuando sentían que el amor se quebraba.
‎
‎Tú creías en la magia de los detalles,
‎en la complicidad,
‎en los abrazos que lo curan todo.
‎Pero él llegó… y te fue apagando despacio.
‎
‎Te dejó hablando sola.
‎Te cambió por cualquier excusa.
‎Te ignoró cuando más lo necesitabas.
‎Te hizo sentir exagerada, demasiado intensa, demasiado tú.
‎
‎Y sin darte cuenta, comenzaste a guardar el corazón.
‎
‎Ya no preguntas si comió.
‎Ya no preparas sorpresas.
‎Ya no insistes.
‎
‎No porque hayas dejado de amar,
‎sino porque entendiste que nadie puede sostener una historia sola.
‎Pero escucha bien:
‎
‎Dios sí vio tus lágrimas.
‎Dios sí escuchó tus silencios.
‎Y Él nunca llega tarde.
‎
‎A veces permite que algo se apague…
‎para encenderlo otra vez, pero en el lugar correcto.
‎
‎No temas si ya no eres la de antes.
‎Tal vez ahora eres la mujer que al fin entendió
‎que no merece migajas,
‎que no tiene que rogar,
‎que no debe esperar cambios que nunca llegan.
‎
‎Mereces un amor que no duela.
‎Hoy muchos te llaman “fría”.
‎Dicen que ya no eres la misma.
‎
‎Pero nadie cuenta cómo te rompieron.
‎Nadie habla de las lágrimas que escondiste,
‎de las palabras que te tragaste para no discutir,
‎de las veces que sonreíste cuando por dentro te desmoronabas.
‎
‎Tú no eras así.
‎Te hicieron así.
‎Porque diste demasiado… a alguien que no supo cuidar.
‎
‎Tal vez ahora eres la mujer que al fin entendió
‎que no merece migajas,
‎que no tiene que rogar,
‎que no debe esperar cambios que nunca llegan.
‎
‎Mereces un amor que no duela,
‎que no te confunda,
‎que no te apague.
‎
‎Y cuando llegue…
‎no tendrás que insistir.
‎Porque lo que es tuyo, no te destruye.
‎Te ilumina.

14/10/2025

UN DÍA ELEGÍ QUEDARME SOLA Pero no
como una derrota, sino como un acto de
amor propio. Venía cargando el peso de
corazones rotos, de heridas que no eran
mías, de amores que llegaron en el
momento equivocado o con las personas
equivocadas.
Y decidí detenerme. Decidí darme un
respiro, porque entendí que mi corazón
merecía sanar, merecía espacio para
reencontrarse conmigo misma.
Con el tiempo, descubrí que no
necesito llenar mis días con mensajes
vacíos o conexiones que no me nutren.
Aprendí que dejar ir lo que no es para
mí no es pérdida, sino liberación.
Comprendí que es válido exigir un amor
que honre quien soy, un amor que no sea
prisa, sino encuentro y que si ese amor
no llega, no pasa nada, porque mi
soledad no es castigo, es refugio.
En ese silencio, sin darme cuenta, me
enamoré de la mujer que soy. Ahora vivo
para mí, disfrutando de atardeceres que
no necesitan testigos y de una
tranquilidad que nadie puede
arrebatarme.
Hoy sé que mi felicidad no depende de
otro corazón, porque el mío, al fin, se
eligió a sí mism@.

12/10/2025

El apego evitativo 👇👇👇

es un estilo de apego inseguro que se caracteriza por la evitación de la intimidad emocional, una gran necesidad de independencia y la dificultad para confiar plenamente en los demás. Las personas con este tipo de apego suelen mantener una distancia emocional con los demás, lo que puede afectar negativamente sus relaciones interpersonales y amorosas.
Causas del apego evitativo
Este tipo de apego se desarrolla en la infancia, generalmente como respuesta a cuidadores emocionalmente inaccesibles o que ignoran las necesidades del niño. Las causas más comunes incluyen:
Negligencia o rechazo temprano: Los niños aprenden que expresar sus emociones no garantiza el apoyo de sus cuidadores, por lo que suprimen sus necesidades afectivas para protegerse.
Desaliento emocional: El niño es ignorado o ridiculizado cuando llora o se muestra vulnerable, lo que lo lleva a evitar la expresión de sus emociones.
Enfoque excesivo en la independencia: Los cuidadores hacen un énfasis desmedido en la autosuficiencia, haciendo que el niño sienta que expresar dependencia o necesidad es un signo de debilidad.
Experiencias traumáticas: El trauma infantil, como el abuso físico o mental, puede contribuir al desarrollo de este estilo de apego.
Características en adultos
En la edad adulta, el apego evitativo se manifiesta a través de los siguientes comportamientos:
Distanciamiento emocional: Dificultad para mostrar emociones y conectar con los sentimientos de los demás.
Falsa independencia: Una gran necesidad de autonomía y un miedo a la dependencia, que puede percibirse como una falsa sensación de autosuficiencia.
Evitación del conflicto: Retraimiento emocional ante situaciones de estrés o discusión.
Dificultad con la intimidad: La cercanía emocional les genera incomodidad y ansiedad, por lo que suelen sabotear las relaciones cuando se vuelven demasiado íntimas.

10/10/2025

CARTA A MI PASADO ✍️

📝 Gracias por haberme enseñado el camino erróneo, porque gracias a eso aprendí a ir por el camino correcto, a repensar mis elecciones de ruta, a ser mas selectiva.

Gracias por haber puesto en mi camino a personas que no eran convenientes para mi, porque gracias a eso aprendí a escoger mejor a las personas adecuadas para mi, a dejar ir lo que me daña y a ignorar lo que no quiero en mi vida.

Gracias por haberme enseñado lo que era la soledad, porque gracias a eso aprendí a vivir sola y sin miedo, a descubrir lo genial que soy y lo buena compañía que puedo ser.

Gracias...

Por qué gracias a ti aprendí a quererme y valorarme, pero sobre todo a aceptar mis errores y no volver a repetir patrones que un día me hicieron daño. 💌📨