15/06/2025
Hoy quiero alzar la voz por cada uno de esos hombres presentes y con consciencia.
Esta semana, acercándose el Día del Padre, me dijo con una mirada rota:
“Pame, ya espero la frase de siempre… ‘Este día ni te lo deberían celebrar a vos, más bien a mí, porque yo he sido padre y madre’.”
El dolor con el que lo dijo me desgarró el alma. Se sintió humillado, ridiculizado, insuficiente. Y tristemente, no es un caso aislado. Hay muchas madres, muchas parejas, que repiten esa frase sin pensar en la herida que abren.
No se trata de negar el esfuerzo inmenso de muchas mujeres, sino de reconocer que también hay hombres que luchan, que sienten, que se equivocan y que siguen intentando. Hombres que, aunque a veces no estén físicamente presentes, piensan en sus hijos cada día y sueñan con el momento de poder acercarse, de reparar, de sumar.
Este mensaje es para ellos.
Para esos papás no reconocidos.
Para los que han sido silenciados por discursos que deslegitiman su rol.
Para los que esperan una segunda oportunidad.
Para los que aman en silencio.
Feliz Día del Padre a todos esos valientes.