28/08/2023
A veces pedimos a la vida o a un ser superior que nos quite el dolor del corazón para poder ser felices.
Y sí, a ningunx de nosotrxs nos gusta sufrir. Incluso, nuestro cerebro está instintivamente programado para identificar las que creemos nuestras fuentes de dolor y evitarlas.
Sin embargo, entrar en una contienda con el sufrimiento y enfocar todas nuestras energías en no sentirlo, paradójicamente, solo hace que pongamos el foco de atención en él, perdiéndonos cada día de la posibilidad de integrar las pequeñas cosas que le dan valor a nuestra existencia.
Si estás triste, entonces toma esa tristeza y que te acompañe a disfrutar del sonido de los pájaros, la brisa del viento en tu cara, la calidez del sol cada mañana o el sonido de la lluvia por las noches.
Si hoy, sí ahora crees que te es difícil lograrlo, intenta cada momento, un momento a la vez; cada día, un día a la vez.
Vale todo el esfuerzo. Te lo mereces.
Abrazo