19/10/2025
⚕️¡No se escupe en el plato en que comiste como no se muerde la mano que te alimentó!⚕️
Son expresiones que forman parte del refranero popular cubano y son mas verdad qu'el cará.
En las redes hay profesionales de la salud, colegas que se formaron en su Patria, en Cuba, dentro de la Revolución y que hoy reniegan de todo lo que un día fue suyo, del mundo donde vivieron, del que formaron parte.
Recibieron clases en aulas cubanas, con profesores cubanos, con literatura cubana o extranjera adquirida por la Uiversidad, hicieron prácticas en instituciones de salud cubana, con instrumental brindados por el Estado y en pacientes cubanos, todo sin desembolsar un centavo directo de sus bolsillos, en completa igualdad de derecho en cuanto a raza, género, origen social, sin embargo, hoy se dedican a despotricar en el Sistema donde se formaron como profesionales y dicen que es en nombre de la libertad.
No hay libertad en la palabra de la que son esclavos, no es crítica, es ingratitud, no es testimonio, es traición. Traición a si mismos, traición a la palabra empeñada, traición a nuestros próceres y a nuestros símbolos, traición a los principios sobre los que se formaron…
Y así lo dijo El Libertador: "El traidor no es confiable en ninguno de los bandos, la lealtad es admirada hasta por el enemigo". Simón Bolívar no se equivocó…
Cuba no es perfecta, la Medicina cubana no es perfecta, todo es perfectamente perfectible, pero con imperfecciones y todo es digna, es humana, es solidaria. Es la que ha salvado millones de vidas con lo mínimo, es la que ha formado profesionales que hoy ejercen en Asia, en Europa, en África, en América Latina. Es la que enseñó a curar con ciencia y con corazón, es la que les dio la base para ser lo que son y por lo que se les conoce… ¡son médicos cubanos de indiscutible valor y probada formación!
¿Qué faltan recursos…? Sí.
¿Qué tenenos millones de carencias…? Cierto.
¿Qué hay cansancio…? Tambien es verdad.
¿Que hay cosas que mejorar…? Por supuesto.
Pero eso no borra el hecho de que el médico cubano se forma con excelencia, con ética, con vocación. Y eso no lo puede negar ni el más resentido, ni el más detractor, ni los odiadores compulsivos.
¿Ahora quieren hacer creer que la bata blanca es símbolo de esclavitud? ¡Pues no!
La bata blanca en Cuba es símbolo de resistencia, es el médico que recorre kilómetros para asistir a su centro de salud, para atender a un paciente, es aquel que con su sapiencia y experticia diagnostica y trata con lo que cuenta, es el que opera con lo que tiene, es el que no abandona, es el que salva vidas… ¡es el Médico internacionalista!
El verdadero médico cubano con su integridad y principios nada pide a cambio, convierte su profesión en un sacerdocio, no empeña su virtud.
La solidaridad de Cuba y su pueblo no se apaga ni se paga con todo el dinero del mundo; la vida no tiene precio
Mientras algunos intentan empañar con críticas la labor de Cuba, nuestros profesionales de la salud siguen llevando esperanza a los rincones más remotos del mundo. Más de 60 años de internacionalismo y un legado de 450 mil médicos, tecnólogos y personal de enfermería en 160 países lo demuestran: la solidaridad cubana es un faro de humanidad que no se extingue.
Desde 1963, cuando la primera brigada médica llegó a Argelia, Cuba ha brindado atención a millones de seres humanos. Durante la pandemia de COVID-19, 56 brigadas Henry Reeve apoyaron a 40 países, desde Italia hasta pequeños estados caribeños, salvando miles de vidas.
En Venezuela, el programa Barrio Adentro ha realizado más de 35 millones de consultas oftalmológicas, devolviendo la vista a quienes nunca soñaron con recuperarla. En Timor-Leste, el presidente José Ramos Horta, Premio Nobel de la Paz, entregó en abril de 2025 diplomas de reconocimiento a médicos cubanos que transformaron la salud en comunidades olvidadas.
Organizaciones internacionales propusieron al Contingente Internacional de Médicos Especializados en Desastres y Graves Epidemias "Henry Reeve", creado por el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro en el 2005, para el Premio Nobel de la Paz por su respuesta global a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2. Estas son las voces, a nombre de los humildes, las que resuenan más fuerte que cualquier ataque de los imperios.
No esquivamos las dificultades; dentro y fuera de la isla el bloqueo económico de EE.UU. aprieta, limita medicamentos y equipos. La crisis energética y los desastres recientes, como los huracanes Oscar y Rafael, han dañado 385 centros de salud.
Pero aun en la adversidad, Cuba resiste y comparte lo que tiene, no da lo que le sobra. "Cuba no anda de pedigüeña por el mundo, anda de hermana", así lo dijo José Martí y no se equivocaba. Para nosotros no es solo medicina; es corazón.
Cuba no se rinde, Cuba salva vidas. Cada profesional que cruza fronteras lleva consigo el sueño de un mundo mejor, inspirado en Martí y Fidel.
Emigrar es legítimo, pero usar el concepto de libertad para escupir sobre lo que te formó es miserable.
No, los que se quedan no son cómplices ni todos los que se van son valientes. La verdadera valentía radica en seguir, en resistir, en curar con dignidad, en salvar vidas con decoro, sin odio, sin rencor y si te decides ir, hazlo con vergüenza y con respeto.
La Medicina cubana no necesita propaganda, se defiende sola con cada vida salvada, con cada brigada enviada, con cada estudiante que se gradúa sabiendo que su deber es con el ser humano, no con el mercado. Los agradecidos nos acompañan y ven, se quedan en la luz, no se acogen a las sombras.
A quienes hoy intentan denigrar el Sistema de Salud cubano les decimos: no se intenta destruir lo que te dio las herramientas para ser quien eres, de hacerlo te estas destruyendo a ti mismo. A quien te proporcionó lo que eres se honra, se transforma, pero no se pisotea, estás dejando en tu cuerpo las marcas de ese calzado.
La medicina cubana es faro y los faros no se apagan, mucho menos por el veneno de quienes olvidaron de dónde vienen, de aquellos que se esconden, que intentan desconocer sus origenes; son aquellos que se acogen a las sombras olvidando que los astros que más brillan son los que proyectan una sombra más larga.
Si todavía alguna duda queda, no olviden la respuesta del procónsul romano Quinto Servilio Cepión a aquellos traidores a Hispania que fueron a cobrar su recompensa y pusieron a sus pies la cabeza de Viriato, su líder asesinado. Así dijo: "Roma traditoribus non praemiat" (Roma no paga a traidores)
Ustedes deciden su lugar en la historia…