01/05/2025
La música se ha usado como medio para ser feliz desde la antigüedad, en el ocio, esparcimiento y una manera efectiva para relajarse.
La música activa nuestro cerebro emocional, y puede producir, entre otras cosas, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, sensación de escalofrío y diferentes modificaciones afectivas disminuyendo asi los efectos que alteran el estado de animo y aumentando el placer del aquí y el ahora.
Estudios han demostrado que escuchar música activa áreas del sistema límbico, (la estructura central encargada del procesamiento emocional)
Las melodías que nos agradan activan las áreas relacionadas con el bienestar, específicamente el “circuito de gratificación dopaminérgica”.
🚹 La música como herramienta terapéutica.
•Físico y motriz: Mejora de la calidad y la extensión del movimiento, el equilibrio, la coordinación motora, la calidad de la marcha, así también como reforzar la estimulación sensorial.
•Funciones cognitivas: Mejora de la atención, la memoria, la motivación, las funciones ejecutivas (aquellas habilidades que nos permiten organizarnos, hacer planes, resolver problemas, buscar soluciones alternativas, tomar decisiones, etc.
•Habla y lenguaje: Mejora y estimula nuestras habilidades verbales y comunicativas como de la función respiratoria.
•Social y emocional: Fomentar nuestra independencia, la relación con los demás y mejora del estado anímico y de la autoestima.