06/11/2025
«Aun cuando las diferencias de raza, credo, color, clase y prejuicios políticos parecieran dividirnos, como hijos de un Dios único poseemos, sin embargo, la capacidad de sentir en nuestras almas la fraternidad y la unidad del mundo entero. [...] Todos podemos aprender a eliminar de nuestro corazón el odio y el egoísmo. Oremos para que la armonía reine entre las naciones y para que todas marchen de la mano a través del portal que conduce hacia un mundo nuevo y mejor».
«La expresión “hermandad mundial” parece muy simple, pero en estas dos palabras se encuentra la panacea para todas las enfermedades individuales, sociales y políticas que amenazan la felicidad material, mental, moral y espiritual del mundo. [...] Sólo la hermandad mundial puede desterrar el odio y evitar las guerras. Sólo la hermandad mundial puede estabilizar la prosperidad para todo el género humano. Por eso te insisto: Atrae esa hermandad a tu corazón mediante la comunión con Dios. [...] Tan pronto como sientas a Dios en tu corazón, contribuirás a la civilización mundial de una forma tal como jamás lo ha hecho rey o político alguno».
«Creo que si a todos los ciudadanos que existen en el mundo se les enseñara a experimentar la comunión con Dios (y no sólo a conocerle intelectualmente), podría reinar la paz; pero nunca antes. Cuando, gracias a la perseverancia en la meditación, experimentes a Dios a través de la comunión con Él, tu corazón estará preparado para incluir en su amor a toda la humanidad».
—Paramahansa Yogananda