22/02/2023
La diversidad de las tartas de queso es infinita, desde recetas en las que prácticamente solo hay relleno de textura fina, hasta otras mucho más intensas y compactas. Nosotros hoy vamos a hacer una receta "a medias" entre ambas, os proponemos una tarta de queso con base casera y un relleno cremoso.
Los ingredientes que vamos a utilizar son muy sencillos y seguro que casi todos los tenéis en casa.
Ingredientes
1.- PARA LA BASE O "CAZOLETA" DE LA TARTA:
La galleta suele ser el ingrediente tradicional para la base de la tarta de queso casera, pero lo importante de nuestras recetas es adecuar los ingredientes a nuestras necesidades, de modo que seremos nosotros mismos quienes hagamos nuestra masa-base fitness:
300g harina de avena
1/2 vaso de leche desnatada
edulcorante al gusto o stevia
una pizca se sal
2.- PARA LA CREMA DE QUESO:
300g de queso batido 0%
250 ml de leche desnatada
150g de proteína whey
6 láminas de gelatina o un sobre en polvo
edulcorante al gusto
3.- PARA REMATAR NUESTRA TARTA:
200g Mermelada al gusto baja en calorías (frambuesa, fresa, arándanos, frutos del bosque...)
Elaboración
Comenzaremos preparando la base de la tarta: calentamos la leche con la sal y el edulcorante y vamos añadiendo, poco a poco, la harina de avena hasta tener una masa homogénea y manejable.
Trabajamos la mezcla con el rodillo y una vez bien estirada la colocaremos en un molde de gel apropiado para postres de horno. Horneamos unos 20-25 hasta que la base esté doradita.
Mientras se hornea nuestra "cazoleta" vamos preparando el relleno de queso: mezclamos todos los ingredientes en un cazo, excepto la gelatina, y vamos removiendo a fuego lento y moderado. Cuando la mezcla homogénea esté caliente (pero sin hervir) vertemos la gelatina en ella y seguimos mezclando mientras se desahacen las láminas, hasta que quede un relleno bien uniforme. Dejamos enfriar.
Una vez esté lista la base, la sacaremos del horno y la dejaremos enfriar para rellenarla con la crema de queso. Una vez que la tarta esté fría y reposada, añadiremos la mermelada que más nos guste por toda la superficie y la volveremos a dejar enfriar en el frigorífico hasta el momento de tomarla.