02/11/2025
👉👉 Durante años, muchos gobiernos de América Latina repitieron la misma excusa: “no se puede acabar con la delincuencia de un día para otro”. Pero la verdad es que no querían hacerlo.
Porque mientras la gente buena enterraba a sus hijos, ellos pactaban con los criminales o miraban hacia otro lado.
Hoy, Brasil y El Salvador están demostrando que sí se puede.
Que cuando un gobierno tiene valor, el miedo cambia de bando.
El "Plan Bukele" ya empezó a cruzar fronteras,
y Brasil lo acaba de aplicar en tres pasos tan simples como contundentes:
1️⃣ Ir por las cabezas.
No por los pobres, no por los jóvenes confundidos, sino por los verdaderos jefes.
Los que controlan barrios, negocios, armas y vidas.
En Brasil, 2,500 agentes entraron a las favelas dominadas por el Comando Vermelho y capturaron a su líder, Thiago do Nascimento Mendes.
El mensaje fue claro: el Estado ya no tiene miedo.
2️⃣ Cero privilegios y cárceles de verdad.
Lo que hizo Bukele en El Salvador fue construir cárceles para delincuentes, no para turistas.
Y ahora Brasil empieza a seguir ese mismo camino: aislar, castigar y cortar toda comunicación de los criminales con el exterior.
Porque un país no puede sanar mientras los asesinos sigan dando órdenes desde la cárcel.
3️⃣ Sanar los barrios.
El verdadero cambio no es solo militar: es social.
Es volver a los parques, abrir escuelas, iluminar las calles y devolverle la esperanza a los jóvenes.
Es demostrar que la autoridad puede ser firme, pero también justa.
Por fin, hay países que entendieron que los derechos humanos también son para las familias honestas,
para las madres que viven con miedo,
para los niños que no pueden jugar sin escuchar balazos.
El "Plan Bukele" no es dictadura, es orden.
No es represión, es justicia.
Y si otros gobiernos siguen diciendo que “no se puede”,
que miren a Brasil y a El Salvador…
porque ellos ya lo están haciendo.
💬 Si tú también crees que Latinoamérica merece vivir sin miedo,
comparte este mensaje.
Que el ejemplo se contagie.