18/11/2025
Retirar el celular no es castigar, es educar.
Y cuando se hace desde la calma y no desde la rabia, se convierte en una herramienta poderosa para enseñar autocontrol, responsabilidad y coherencia.
El problema nunca ha sido “quitar el celular”.
El problema aparece cuando se usa como amenaza, impulso o castigo desproporcionado.
Los niños y adolescentes aprenden límites cuando los adultos también se regulan.
Cuando entienden que la consecuencia viene con explicación, con respeto y con un mensaje claro:
“quiero ayudarte a crecer, no herirte.”
La devolución del celular no se trata de “ya pasó”, sino de
✔️ conversar,
✔️ revisar lo ocurrido,
✔️ identificar emociones,
✔️ y reconstruir acuerdos.
La disciplina no funciona desde el miedo, sino desde la relación.
Y los límites —puestos con amor, firmeza y calma— fortalecen esa relación.
📩 Si quieres aprender a poner límites sin lastimar el vínculo, puedo acompañarte.
La crianza se vuelve más fácil cuando no la vives sola.