09/10/2025
🩸 ¿Por qué me dio cáncer?
Una pregunta que todos nos hacemos (y que no siempre tiene una sola respuesta)
Cuando recibimos un diagnóstico de cáncer, lo primero que aparece —después del miedo— es la búsqueda desesperada de un “por qué”.
Queremos entender qué hicimos mal, qué podríamos haber evitado, o si hubo algo que lo provocó. Pero la verdad es que no hay un único culpable.
El cáncer no es una consecuencia de una sola decisión, ni una sentencia moral. Es el resultado de muchos factores que se cruzan en un momento y lugar del cuerpo.
🔬 1. La parte médica: lo que dice la ciencia
El cáncer ocurre cuando algunas células del cuerpo comienzan a crecer sin control.
Esto puede deberse a mutaciones genéticas, exposición a sustancias tóxicas, radiación, infecciones, o simplemente a errores que ocurren en el ADN con el paso del tiempo.
Algunos factores de riesgo conocidos son:
El tabaco y el alcohol.
La obesidad y la mala alimentación.
El estrés crónico y el mal descanso.
La exposición a contaminantes ambientales.
La predisposición genética.
Algunas infecciones virales (como el VPH o la hepatitis 😎.
Pero también hay miles de casos de personas que no tenían ninguno de esos factores y aún así se enferman.
Por eso los médicos lo explican así: el cáncer no tiene una sola causa, sino un conjunto de condiciones que lo favorecen.
💔 2. La parte emocional: lo que siente el alma
Hay quienes miran más allá de lo físico y entienden la enfermedad como una señal del cuerpo para detenernos.
Para muchos pacientes, el cáncer llega después de años de “aguantar”, de cargar más de lo que podían, de callar lo que dolía o postergar lo que necesitaban.
No como castigo, sino como una llamada a sanar desde otro lugar.
A veces el cuerpo grita lo que el alma lleva años pidiendo.
Reflexioná un momento:
¿Cuánto tiempo viviste en modo “piloto automático”?
¿Cuántas veces te callaste por miedo a herir o perder?
¿Cuántas veces te olvidaste de vos, por cuidar a todos los demás?
Estas preguntas no buscan culpa, sino conciencia.
El cáncer no solo afecta el cuerpo: sacude toda tu forma de vivir, sentir y pensar.
🌱 3. La parte espiritual: lo que deja el proceso
Muchos pacientes (y acompañantes) descubren que el cáncer llega con un mensaje más grande:
el de volver a vivir con propósito.
A valorar lo simple, a pedir ayuda, a perdonarse, a mirar la vida sin máscaras.
El cáncer cambia los planes, pero también abre caminos que nunca se hubieran visto sin él.
A veces el “por qué” se transforma en un “para qué”:
para sanar vínculos, cerrar etapas, reconectarse con la fe o acompañar a otros desde la experiencia.
✨ Conclusión
No siempre hay una respuesta exacta al “por qué”.
Pero sí hay una certeza: el cáncer no define quién sos, ni borra lo que hiciste bien.
Es un proceso, no un castigo.
Y cuando se atraviesa con consciencia, puede ser también un renacer.
> 💬 Quizás la pregunta no sea “por qué me dio cáncer”, sino “qué puedo aprender de lo que me está pasando hoy”.
Tomado de Un autor desconocido.
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