24/10/2025
El estrés se ha convertido en uno de los grandes detonantes de las enfermedades de este siglo.
Mujer 🌿…
no es tristeza, es fatiga química.
Tu cuerpo no está rendido, está inflamado por dentro.
Cuando produces más cortisol que serotonina, el organismo deja de responder con calma y empieza a operar en modo defensa, incluso cuando no hay peligro.
El exceso de cortisol altera tu ritmo circadiano, bloquea la producción de melatonina y agota la dopamina, la misma que te daba energía, propósito y deseo.
Por eso, aunque duermas, no descansas.
Aunque sonrías, sientes un peso invisible.
Y aunque intentes motivarte, el cuerpo sigue apagado porque la química que sostiene la alegría se ha drenado.
No necesitas más fuerza, necesitas bajar la inflamación del alma.
Porque el estrés emocional no se queda solo en la mente: permea cada célula, modifica tu flora intestinal, desequilibra tus hormonas y confunde al sistema inmune.
El cuerpo empieza a defenderse de su propio ritmo, y lo que antes era vitalidad se convierte en agotamiento.
La tristeza no siempre es un sentimiento: a veces es la respuesta de un cuerpo saturado, pidiendo oxígeno, descanso, y un poco de verdad.
Cuando te permites parar, respirar y no fingir más, el sistema nervioso se regula, el cortisol desciende, la serotonina vuelve a circular… y el alma encuentra espacio para brillar otra vez. 🌙
Tu cuerpo no te está traicionando:
te está avisando que no puede sostener tanta exigencia sin ternura. 🤍