14/08/2025
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Como pediatra, te lo digo sin rodeos: no le pintes las uñas a tu hija. No es un capricho mío, es ciencia. Muchos esmaltes —incluso los que parecen “infantiles” o “seguros”— contienen sustancias como formaldehído, tolueno, ftalatos y metales pesados. Estos químicos son tóxicos, irritan la piel, pueden afectar el sistema respiratorio y alterar las hormonas. La piel de una niña de 4, 5 o 6 años es más fina y permeable que la de un adulto, lo que significa que absorbe más rápido lo que le pongas encima. ¿Sabes qué pasa con esas sustancias? Pueden acumularse en su organismo y, con el tiempo, aumentar riesgos de problemas hormonales y de salud graves. No es cuestión de que “solo es una vez” o “es algo inocente”: la exposición repetida es la que deja huella. Y no solo es un tema médico. Psicológicamente, tu hija todavía no está lista para ser tratada como una mujer. Pintarle las uñas, maquillarla o ponerla en un contexto de estética adulta le roba una parte de su infancia y la empuja, sin que te des cuenta, a una presión social y de imagen que no corresponde a su edad. Una niña debe jugar, aprender, ensuciarse… no estar pendiente de si su esmalte se le descascaró. Tu hija tiene toda una vida por delante para pintarse las uñas. Pero su infancia dura muy poco, y es tu trabajo protegerla. No la expongas a químicos peligrosos, ni le enseñes que su valor está en verse como una mujer antes de tiempo.