29/06/2022
Zaruma, majestuosamente altiva y orgullosa de su pasado, enclavada en el cerro rico de San Antonio, en la cordillera de Vizcaya, a 1200 metros sobre el nivel del mar, se constituye en un punto estratégico de transición entre la costa y los andes ecuatorianos.
Recorrer sus calles angostas, entre subidas y bajadas, este Pueblo Mágico por excelencia nos invita a transitar y disfrutarla a cada paso, y conocer su historia, gastronomía, y bueno porque no, su gente hospitalaria.
La ciudad se extendió sin patrones, las casas antiguas de uno, dos o tres pisos construidos con madera y tierra, materiales del entorno, se acoplan a los niveles existentes, creando así armonía, belleza y distracción al visitante.
Al recorrer sus calles se conoce a sus habitantes, percibiendo de inmediato un estilo de vida diferente y sin prisa.
Este paraíso de la provincia de El Oro guarda un encanto particular gracias a todos los elementos que la conforman, es por ello que ha sido reconocido con varios títulos; entre ellos el de 1990 en el que el Ministerio de Educación y Cultura la declaró Patrimonio Cultural; así también, el 26 de noviembre de 2019 fue declarada Primer Pueblo Mágico de la costa ecuatoriana y, en 2020 recibió la certificación Safe Travels, que lo califica como un destino seguro.
Su historia y cultura se pueden conocer y disfrutar en los museos que se ubican en la urbe zarumeña, entre ellos resalta:
Es sin duda un sitio de visita para conocer la historia de la Villa de San Antonio del Cerro de Oro Zaruma, alberga colecciones de objetos de interés artístico, histórico y científico, conservados y exhibidos para la enseñanza y entretenimiento de todos los visitantes. El museo recoge buena parte de la riqueza histórica de la antigua ciudad capital de la provincia de El Oro durante la Colonia y principios de la República.
Es el referente de la riqueza aurífera de esta zona, abierta al público desde el 2005, en esta mina según narra la historia encontraron una pepa de oro de 3 libras que fuera entregada como regalo al Rey Felipe II. Su recorrido de 500 mts genera la experiencia real de una mina; la primera parte de la galería está completamente reforzada con cerchas metálicas y hormigonada, La visita a la mina es gratuita, gracias a la cortesía de la compañia minera a cargo. Además se puede admirar una exhibición de artesanías y joyas locales maravillosa.
Es un lugar muy interesante, por guardar gran parte de la historia de Zaruma y Ecuador en objetos que la cuentan, posee una sorprendente colección de artefactos utilizados a través del tiempo, así como una variedad de animales disecados, piedras y minerales, artesanías, osamentas, arqueología y más.
Y si de consentir al paladar se trata, no se puede dejar de probar el exquisito plato típico de la zona: tigrillo con café. El tigrillo le debe su nombre a las manchas que adquiere durante su proceso de elaboración, pues el verde toma ciertas pintas cafés similares a las de un tigre. Además, quien se alimenta de él adquiere fuerza y vigorosidad.
Por otro lado, el café zarumeño, sembrado entre árboles frutales, es incomparable por su aroma, textura y sabor que son atribuidos a la altura en la que se encuentra sembrado (1.200 msnm). Longevos de este pueblo encantado atribuyen su calidad de vida al consumo de esta deliciosa bebida caliente.
