20/12/2025
Sanar no siempre se siente bonito… y está bien.
A veces duele, incomoda, mueve cosas que preferimos no tocar. Pero esa incomodidad también es progreso: es tu corazón reacomodándose, tu mente soltando lo que ya no necesita y tu cuerpo aprendiendo a sentirse seguro otra vez.
La incomodidad que se siente al sanar es parte del proceso. No te rindas cuando empiezas a sentirla; justo ahí es donde empiezas a crecer.
Si estás en ese proceso y no sabes cómo avanzar, estamos aquí para acompañarte.
Escríbenos y agenda tu sesión.