19/10/2025
UN DÍA ELEGÍ QUEDARME SOLA Pero no
como una derrota, sino como un acto de
amor propio. Venía cargando el peso de
corazones rotos, de heridas que no eran
mías, de amores que llegaron en el
momento equivocado o con las personas
equivocadas.
Y decidí detenerme. Decidí darme un
respiro, porque entendí que mi corazón
merecía sanar, merecía espacio para
reencontrarse conmigo misma.
Con el tiempo, descubrí que no
necesito llenar mis días con mensajes
vacíos o conexiones que no me nutren.
Aprendí que dejar ir lo que no es para
mí no es pérdida, sino liberación.
Comprendí que es válido exigir un amor
que honre quien soy, un amor que no sea
prisa, sino encuentro y que si ese amor
no llega, no pasa nada, porque mi
soledad no es castigo, es refugio.
En ese silencio, sin darme cuenta, me
enamoré de la mujer que soy. Ahora vivo
para mí, disfrutando de atardeceres que
no necesitan testigos y de una
tranquilidad que nadie puede
arrebatarme.
Hoy sé que mi felicidad no depende de
otro corazón, porque el mío, al fin, se
eligió a sí mism@.