30/11/2025
📌 Burnout infantil por sobrecarga terapéutica: cuando el cerebro se satura antes de madurar
En los primeros años de vida, el cerebro todavía no tiene la arquitectura terminada. Todo está en construcción: regulación emocional, tolerancia a la frustración, flexibilidad, integración sensorial, lenguaje.
Pero cuando a ese cerebro inmaduro le ponemos:
🔺 muchas terapias,
🔺 mucha estimulación,
🔺 muchas exigencias conductuales,
🔺 poca pausa,
🔺 poco juego libre,
aparece un fenómeno cada vez más frecuente:
el burnout infantil.
Un estado de agotamiento emocional, cognitivo y conductual secundario a la sobrecarga terapéutica.
El niño se “apaga”, se desorganiza, se irrita, retrocede… no porque su trastorno empeore, sino porque llegó al límite de lo que su cerebro puede sostener para su edad.
En el burnout infantil vemos:
📉 irritabilidad constante
📉 rechazo a las terapias
📉 conductas regresivas
📉 ansiedad
📉 alteración del sueño
📉 desconexión emocional
📉 aumento de estallidos
📉 fatiga y “cara de agotamiento”
Y ahí aparece el problema:
lo que fue provocado por exceso de intervención muchas veces se interpreta como que “necesita más intervención”.
Y así se genera un círculo que desorganiza la clínica real.
En ese punto, ya nadie puede distinguir:
✔️ qué parte es orgánica,
✔️ qué parte es madurativa,
✔️ y qué parte es agotamiento por exceso terapéutico.
Por eso, la carga terapéutica no puede ser decidida por la ansiedad del entorno.
Debe ser regulada por un médico, respetando:
🧠 edad cronológica,
🧠 estado madurativo,
🧠 diagnóstico diferencial,
🧠 capacidad real del cerebro para integrar lo que recibe.
No es hacer más. Es hacer mejor.
Menos cantidad, más precisión, más medicina.
Tomado de la Dra. Florencia Sanabria