Lucía López. Psicóloga.

Lucía López. Psicóloga. Lucía López, Psicóloga Sanitaria
G-4873. C/Pérez Cepeda,15-17, 1°Dcha.
15004 A Coruña. Reg. Sanit. C-15-003758
Cita Previa: 661894441
lucialopezpsicologa@gmail.com

Estar en el lugar adecuado implica renuncias.Adecuado no es sinónimo de correcto ni de perfecto. Adecuado es elegido.Est...
31/12/2023

Estar en el lugar adecuado implica renuncias.
Adecuado no es sinónimo de correcto ni de perfecto. Adecuado es elegido.

Esta elección guarda muchos entresijos de los que cuesta hacerse cargo.
Todos los noes que dices para decirte sí.
La incomodidad que tienes que aprender a tolerar para ser coherente con tus necesidades.
El velo que has tenido que retirar para que las expectativas no te impidan ver lo auténtico de la realidad.

En lo auténtico se cuece lo bello de la vida; el resto queda muy bonito pero solo en nuestra mente. El autoengaño solo da felicidad el ratito que lo consumes, ese instante en el que llegas a creerlo 'como si' fuera cierto. Sin embargo, te hace dar pasos en falso que parecen acercarte a tu deseo, pero que, con una narrativa sigilosamente adaptada a tus miedos, te alejan de tu ser más auténtico y libre.

En un mundo que cree tener todos los atajos posibles, no es fácil dilucidar cuál es el camino que una ha de recorrer para estar más cerca del lugar deseado.

Estar en el lugar adecuado no trae la felicidad, te acerca a ella porque te coloca en parte activa de tu vida. Estar ahí implica poder decir 'tengo miedo', 'estoy sola', 'soy vulnerable', 'sé que moriré', 'esta es mi historia', 'esto es lo que amo', 'esto es lo que soy', 'estos son mis deseos'.

¿Y las renuncias? Dejar aquello que te impide estar y ser en ese lugar. Dejar de creer que eres invulnerable, que vivirás para siempre, que puedes cambiar de donde vienes. Dejar de amar de la forma en que te amaron, aceptar quien eres, saber que nadie podrá hacerlo por ti.

El lugar adecuado no es un lugar en el que no tienes miedo, sino en el que, al compartirlo, mágicamente se desvanece.

Lucía López
Psicóloga

#2024


No es un día cualquiera.Tu cuerpo lo sabe,tu memoria lo guarda,las ausencias te lo recuerdan.No es un día cualquiera,las...
24/12/2023

No es un día cualquiera.
Tu cuerpo lo sabe,
tu memoria lo guarda,
las ausencias te lo recuerdan.

No es un día cualquiera,
las frases de siempre te lo dicen,
las que nunca escuchaste te lo gritan,
y lo que nunca dijiste aún lo calla.

No es un día cualquiera,
es Navidad.
Y como no es un día como cualquier otro,
tienes que contarte que es un día más.
Porque si fuese un día cualquiera,
no estaríamos hablando de él.

En la negación se encuentra la verdad.

Así que si te pillas a ti misma negándote el impacto que este día tiene o tuvo en ti, sea el que sea, te deseo que puedas acompañarte.

✨Ojalá reconocerte en este día todo lo que la cultura dominante te empuja a silenciar.

✨Ojalá no tengas que llenarte de comida o regalos porque puedas sostener tu vacío.

✨Ojalá no tengas que fingir sonrisas porque puedas llorar las pérdidas.

✨Ojalá no te tragues la rabia porque puedas poner los límites que necesites.

✨Y ojalá que con todo esto puedas crear la Navidad que mereces.

🤎Pero si te empachas, finges o tragas, que sepas que es lo esperable y comprensible;
es Navidad.

Lucía López
Psicóloga

Eso de lo que no nos ocupamos podría estar cumpliendo la función de ocupar un espacio con el que no sabemos qué hacer.Un...
12/12/2023

Eso de lo que no nos ocupamos podría estar cumpliendo la función de ocupar un espacio con el que no sabemos qué hacer.

Un espacio en blanco, vacío, en el que tendríamos la oportunidad y la energía de crear algo nuevo. Sin embargo, la creación en sí es un acto de libertad, que asusta cuando no hemos aprendido a tomar nuestras propias decisiones.

Dejar de ocupar ese espacio con asuntos, inevitables pero solucionables, a veces supone un acercamiento al otro. Como si el vínculo quedase al desnudo, sin ese conflicto que se interpone entre dos personas que ahora podrían relacionarse desde otro lugar. Otras veces, ese mismo acercamiento nos puede llevar a desear distanciarnos porque lo que vemos no nos gusta, no lo deseamos, no era lo que esperábamos.

Pero, ¿sabemos qué hacer con ese espacio? Queremos saberlo ya para matar la incertidumbre. Deseamos volver a ocuparlo rápidamente para no sentir el miedo ni el vacío.

Esas cosas de las que no nos ocupamos a veces son las únicas que nos unen a algo que nos da miedo perder. Y recuerda que el miedo también se disfraza de supuestas acciones fallidas, que parecen tener la buena intención de acercarnos a lo que deseamos, pero que en el fondo están destinadas a fracasar y confirmar nuestra narrativa.

Hacernos cargo implica ocuparnos de lo pendiente, vaciar y redecorar el lugar en el que ahora hay espacio para nuestros deseos, y aprender a sostenernos en él con la incomodidad pertinente y la intimidad suficiente.

Lucía López
Psicóloga

Ayer vi en el cine la obra maestra de Jaione Camborda, O C***o. No pretendo hacer spoiler, así que si no la has visto, p...
22/10/2023

Ayer vi en el cine la obra maestra de Jaione Camborda, O C***o. No pretendo hacer spoiler, así que si no la has visto, puedes seguir leyendo. Solo te traigo una reflexión que quizás te resuene.

El dolor nos incomoda. El propio, el ajeno. En una escena inicial de la película, se nos invita a naturalizar el dolor, como proceso con el que se inicia la vida. A expresarlo, sin tapujos, sin purpurina, con dignidad, con empatía, con otra mirada que sostiene. Con valentía.

Unos segundos, incluso un minuto de dolor fue soportable para una sala que sorprendentemente estaba llena. A partir de ahí, la gente empezó a revolverse, a murmurar, algunas risas nerviosas, miradas cómplices. Apuesto, y creo que no me quemo, que, si preguntásemos en ese momento a cualquier persona, si querrían cambiar de canal o darle a pause, lo harían.

Si pudiésemos hacerlo en la vida, no tengo duda que también lo haríamos. El dolor siempre supone un reto. Un duelo es un desafío entre lo que había antes y lo que habrá tras él. Lo que deseamos y lo que perdemos tras ese deseo. Y justo en el instante en que el dolor es más intenso, nos damos cuenta de que no hay vuelta atrás y por eso duele más. Justo en ese instante la angustia se apodera de nosotras temiendo que ese segundo, minuto, semana o año, sea eterno.

Sostenerse a una misma en ese instante angustiante y doloroso siempre trae la recompensa de saber que no es un camino de ida y vuelta, pero que no durará para siempre.

¿Pero hay dolores que duran toda una vida? Sí. Aquellos a los que no miramos y no vemos. Aquellos en los que no nos adentramos, instalándonos en la comodidad, evadiendo el reto, negándonos la necesidad y el derecho a dolernos.

No es tu culpa. Esa sala era una representación de la sociedad en la que vivimos. Cuando te has dolido, es probable que tu contexto se haya revuelto, angustiado, incluso haya intentado pausarte. Porque el dolor incomoda. El ajeno nos conecta con el propio. Y entonces el cine, el arte, la literatura y este humilde post, tienen que legitimarlo.

Lucía López
Psicóloga


Uno de los mecanismos de defensa por excelencia es la compensación.Compensar nos da cierta ilusión de control. Hacemos a...
18/10/2023

Uno de los mecanismos de defensa por excelencia es la compensación.

Compensar nos da cierta ilusión de control. Hacemos algo creyendo que eso reparará el daño o anulará algún acto anterior producido desde la angustia y que ahora genera culpa.

Así podemos estar tratando de salvar a otras personas como intento de equilibrar nuestras propias carencias. O puede que la culpa por haber comido compulsivamente este fin de semana, me lleve el lunes al gimnasio. O quizás hice sentir mal a mi madre aquella vez que hice algo que no le gustó y ahora trato de complacer a todo el mundo. O le compras a tu hijo todo lo que pide para compensar el tiempo que pasas en el trabajo.

Intentamos dar algo en resarcimiento de un daño o de igualar en opuesto sentido el efecto que tuvo nuestro comportamiento. Sin embargo, esto no repara, pues muchas veces lo hacemos desde la inconscencia, sin conectar con la angustia y su falta de sostén, lo cual nos llevó a actuarla.

A nivel social la compensación está muy instaurada en la justicia, las agencias de seguros, las indemnizaciones laborales. También los gimnasios, las clínicas estéticas y de nutrición. Hay toda una cultura que sostiene dicho mecanismo, que está creada, entre otras cosas, para compensar algo que nos falta. La psicoterapia también, porqué no, como intento de compensar aquello que nos faltó en relación a nuestras figuras de apego.

El problema es cuando estos mecanismos compensatorios son usados desde la inconsciencia y para silenciar algo que jamás podrá ser compensado. Cuando están negando el dolor, la angustia, o cualquier emoción que necesita ser regulada en un espacio seguro.

Cuando se trata de un mecanismo infantil nos impide darnos cuenta de nuestras deficiencias y debilidades, nos desconecta de nuestra propia vulnerabilidad y se alía con la vergüenza de una parte de nosotras mismas. Muchas veces compensamos para mantener una imagen positiva de nosotras mismas a toda costa.

Esto nos impide tener una relación real con nuestro entorno y con nosotras mismas. Y a su vez nos niega la oportunidad de sentirnos queribles mostrando el todo, y no solo las partes que aprendimos que eran más deseables.

Lucía López
Psicóloga

Muchas personas en el proceso terapéutico se dan cuenta de que enfermar les ha servido para algo, a un nivel muy inconsc...
18/10/2023

Muchas personas en el proceso terapéutico se dan cuenta de que enfermar les ha servido para algo, a un nivel muy inconsciente.

Suele ocurrir cuando en la infancia se han invertido los roles y el hijo o la hija ha cuidado (especialmente a nivel emocional) a la madre y/o al padre.

Sucede especialmente cuando éstos no han visto sus necesidades, priorizan únicamente las propias (también insatisfechas en su infancia) y suele existir un discurso recurrente de chantaje y culpabilidad: "con lo que yo he hecho por ti".

También cuando las figuras de referencia han estado enfermas o deprimidas cuando cuidaban de sus criaturas.

Tiene sentido la somatización como mecanismo de defensa (desplazar lo psíquico/emocional a lo físico porque ya no puedo mantenerlo fuera de la consciencia). Al explorar su historia se encuentran distintas enfermedades, incluso crónicas.

Lo que hay de fondo son dos voces: la que dice que tienen que cuidar (aquello que tuvieron que hacer para salvar el vinculo) y la que necesita cuidados, priorizar sus necesidades.

La segunda, en un contexto en el que se invierten los roles, es totalmente silenciada. Bueno, totalmente no, aprende a expresarse a través del síntoma físico o enfermedad.

Al trabajarlo muchas personas hacen un "insight" (ver algo que ya sabías pero no podías sentir-pensar) y se dan cuenta de que enfermar les sirvió para poder priorizarse, adaptándose a un entorno en el que no las cuidaban, a no ser que estuvieran enfermas.

Casi todas suelen llegar a la misma conclusión: por muy enfermas que estuviesen, los cuidados no eran suficientes. Y siguen sin serlo, pues el síntoma, aunque tiene la buena e inocente intención de que papá y mamá se den cuenta (vean lo que ya saben pero no pueden ver) y reparen, sucede en un contexto ciego a las necesidades infantiles. Al menos tenían algo de mirada.

El trabajo de este gran conflicto ha de ser: escuchar al cuerpo, leer su lenguaje, dolerse de la falta de cuidados y hacer el duelo de que, al cuidarse una misma, se pierde la posibilidad de que sean mamá o papá quienes lo hagan. Y eso, para nuestras niñas o niños interiores, es triste y a la vez tremendamente sanador.

Lucía López
Psicóloga

No es salud mentalsi no hay respeto por el sufrimiento del otro,si no se reconoce la interdependencia,si se empuja a la ...
10/10/2023

No es salud mental

si no hay respeto por el sufrimiento del otro,
si no se reconoce la interdependencia,
si se empuja a la falsa independencia,
si se normaliza el aislamiento y la soledad,
si se sigue ocultando el suicidio y sus causas.

No es salud mental

un sistema que disfraza las necesidades reales,
una cultura que valora el rendimiento por encima de todo,
que cuando no sabe lo que te pasa, intenta convencerse y convencerte de que no te pasa nada.

No es salud mental

que veamos la agresión como única salida,
que no nos enseñen otras formas de protegernos,
que no se cuestionen las maneras de vincularnos,
que se siga diciendo a la gente lo que tiene que hacer, en lugar de preguntar 'qué te ha pasado'.

No es salud mental si no vamos a quedarnos a escuchar la respuesta.

No es salud mental

si no tengo qué llevarme a la boca,
si más de la mitad de lo que cobro, se me va en vivir bajo un techo,
si está de moda ir a terapia pero no está de moda un sueldo digno que me lo permita,
si tengo que elegir entre quedarme embarazada o tener trabajo.

No es salud mental

si seguimos separando lo que pasa en la cabeza de lo que pasa en el cuerpo,
lo que pasa dentro de lo que pasa fuera,
lo que me pasa a mí de lo que te pasa a ti.

No es salud mental si no hay un nosotros o un nosotras.

Hoy siento una ambivalencia tremenda entre ser crítica y celebrar. Celebro que estés leyendo esto, celebro que se hable de ello, pero por favor, seamos responsables, porque salud mental NO ES IR A TERAPIA. Salud mental es cuidarme, cuidarte, cuidarnos.

Gracias por estar ahí mientras yo suelto chapas como esta sobre la salud.

Lucía López
Psicóloga

Me hace muchísima ilusión presentaros mi nuevo proyecto. Cuando creía que la etapa 'Mírame entera' finalizaba, me he par...
05/10/2023

Me hace muchísima ilusión presentaros mi nuevo proyecto.

Cuando creía que la etapa 'Mírame entera' finalizaba, me he parado a escucharme, a escucharos.

Este libro y vosotras no dejáis de sorprenderme. He estado pensando en vuestras reseñas, en vuestras peticiones y muchas me comentáis que el libro se os queda corto.

Queréis más y, qué leñes, yo también.

Así que he creado este nuevo formato para que sigamos adentrándonos en su lectura, dándole una vuelta (o las que hagan falta) a todo aquello que os interesa y os es útil sobre el libro.

¡Esto es para ti!

Gracias.

¿Nos vemos? 🤎



La evitación es una reacción ante el miedo que sentimos por un posible peligro. Un mecanismo muy antiguo que trata de pr...
28/09/2023

La evitación es una reacción ante el miedo que sentimos por un posible peligro. Un mecanismo muy antiguo que trata de protegernos del dolor y de la muerte.

Lo que diferencia que sea una estrategia que realmente nos esté protegiendo a que sea un automatismo que se resiste a que afrontemos el dolor, es el 'para qué'.

¿Para qué evito?¿Eso que evito es evitable para conseguir mi objetivo?¿Es una amenaza ahora? ¿O lo fue?¿Evitar frena mi crecimiento?¿Me estoy cuidando cuando evito tal cosa?

Podría seguir con las preguntas, pero lo fundamental es que tengamos claro desde dónde hacemos lo que hacemos. Algo en sí, en principio, no es ni bueno ni malo para nosotras. Según el lugar desde el que elijamos hacerlo, el contexto, las pérdidas y ganancias que obtengamos de evitar, vamos a estar ante una estrategia de evitación o de afrontamiento.

¿Cómo puede ser lo mismo evitar que afrontar?
Imaginemos estas situaciones vistas desde fuera.
Juana está evitando volver a quedar con un chico.
Pedro está evitando tener esa conversación tan incómoda con su madre.

Hay quien diría que Juana y Pedro son cobardes porque están evitando los problemas. 

¿Y si la última vez que Juana quedó con ese chico, él tuvo conductas violentas hacia ella y prefiere no seguir relacionándose con él?

¿Qué dirías de Pedro si cada vez que intenta hablar sobre algo serio con su madre, ella primero lo esquiva, luego se burla y él acaba sintiéndose culpable?

También podría pasar que, por ejemplo, Juana no quedase con ese chico porque le gusta mucho y tiene miedo a enamorarse y que la abandonen. O quizás Pedro no quiere hacer daño a su madre porque se siente culpable en la relación con ella desde que de niño supo que ella casi muere en el parto.

En las primeras hipótesis, la amenaza está aquí y ahora. La evitación es una forma de afrontamiento y de gestión del miedo. En las segundas, la amenaza estuvo en el pasado. La evitación es una estrategia defensiva al trauma.

En ninguno de los dos casos es cobardía. El trabajo personal ha de centrarse en diferenciar qué es adaptativo aquí y ahora evitar y qué ya no, pero jamás deshonrar al miedo, que siempre trató de protegernos.

Lucía López
Psicóloga

No valemos 'para'. Nuestro valor es intrínseco a nuestra existencia, puesto que no somos un medio. Somos el fin.La produ...
18/09/2023

No valemos 'para'. Nuestro valor es intrínseco a nuestra existencia, puesto que no somos un medio. Somos el fin.

La productividad que nos exige nuestra sociedad se rige en contra de este principio.

Tenlo en cuenta cuando te hagan dudar.

El rendimiento por encima de todo, el bienestar basado en tener y hacer todo lo que puedes pagar y el 'tanto tienes, tanto vales', son algunas de las trampas.

A nivel familiar se refleja en 'te lo dimos todo', 'no valoras lo que tienes', 'primero las obligaciones'. 

A nivel sanitario, el 'no te pasa nada' o el 'a ti lo que te pasa es' tan desconectado de nuestras necesidades. 

A nivel educativo, 'sin una carrera no eres nadie'; la vecina de al lado, 'a esta niña lo que le pasa es que le consienten todo'.

Y así se van enmascarando las necesidades reales de conexión, como seres sociales que somos. Y va calando el mensaje culpabilizador de que las generaciones de hoy en día son unas caprichosas, no saben apreciar lo que les dan, desagradecidas. 

Resulta que lo que llamamos capricho tantas veces es una reivindicación de que nos han dado móviles cuando necesitábamos abrazos, o coches cuando precisábamos límites, o viajes cuando deseábamos presencia. 

Seguimos sintiendo el abandono propio de cuando alguien te trata como un objeto, en lugar de como una persona. Cuando despejamos las emociones de la ecuación porque nos resulta incómodo conectar con ellas.

Y entonces confundimos valor con precio y precio con aprecio. Soportamos como podemos el coste de no sentir lo que en el fondo sabemos. Que nuestra valía no es condicional, aunque todo el sistema esté montado para que busquemos ansiosamente el reconocimiento de algo que siempre estuvo ahí, adentro.

Lucía López

Psicóloga

Últimamente tengo la sensación de que nos asusta tanto la dependencia y el egoísmo, que nos las hemos arreglado para cam...
06/09/2023

Últimamente tengo la sensación de que nos asusta tanto la dependencia y el egoísmo, que nos las hemos arreglado para cambiarles el nombre y no sentirmos tan mal si asoman de vez en cuando. Además, seguimos echándoles la culpa de nuestros problemas relacionales. Nos inventamos términos como 'dependencia sana', 'autocuidado', 'egoísmo sano', 'amor propio'. Lo siento como un lavado de imagen. Su verdadera cara nos genera mucho rechazo.

Cambiar el nombre a algo es contraproducente cuando va en contra de la aceptación. Su efecto reafirma su significado negativo, además de generar aún más contradicciones internas. Podemos seguir negando, pero somos dependientes y egoistas. A la vez huimos del rechazo, condenándonos a vivir nuestra esencia con sufrimiento añadido, miedo, culpa o vergüenza.

Sí, somos dependientes. De la pareja, del trabajo, de las amistades, de la familia, del gobierno, de los medios, del clima... ¿Y sabes qué? No tiene nada de malo.
Sí, somos egoístas, pues necesitamos cuidar de nosotras mismas y protegernos. ¿Y sabes qué? Eso está bien.

De hecho, la dependencia y el egoismo no son el problema. El problema fue que en periodos de vulnerabilidad, como la infancia y la adolescencia, no pudimos elegir de quién ni cómo. En vínculos inseguros, la dependencia fue hacia alguien que no estaba, o nos dañaba, o no podía darnos lo que necesitábamos. Por tanto, asociamos dependencia a algo malo. Normal que le tengamos tanto miedo, ¿no? Y siguiendo con la lógica, la independencia como algo deseable.

Vemos al egoísmo como algo malo por consecuencia de lo anterior. Está mal necesitar y está mal pedir o dármelo yo misma, pues ambas dejarían en evidencia la idealización de esas figuras. Y recuerda, hacemos todo lo posible, hasta cambiar estos nombre si hace falta, para mantenernos vinculadas a ellas.

Creo que el proceso ha de pasar por resignificar la palabra, no cambiarla. Por darnos el permiso que no nos dieron. Por sostener la culpa. Por cuestionar el miedo. Por aceptar que somos y seremos dependientes, e ir aprendiendo a elegir cómo, de qué y de quién. Que somos egoístas y esto que puede coexistir con cuidar la comunidad.

Lucía López
Psicóloga

Escucho tantas barbaridades en nombre de la responsabilidad afectiva, de priorizarnos, del amor propio, que me parece im...
03/08/2023

Escucho tantas barbaridades en nombre de la responsabilidad afectiva, de priorizarnos, del amor propio, que me parece importante aclarar algunas cuestiones.

Ser afectivamente responsable no es pensar que yo tengo derecho a 'lo que sea' y que la otra persona 'se apañe' con lo que eso le haga sentir.

Ser emocionalmente responsable implica saber que nuestras respuestas y reacciones (conscientes o inconscientes) tienen un impacto en la relación. Y que conociendo dicho impacto elegimos sostener lo que sea que sentimos o siente la otra parte, porque puede coexistir en nosotras tanto la elección de esa respuesta como lo que sentimos tras ella, aunque ambas sean contradictorias entre sí.

Sostener. No negar ('no es para tanto', 'no creo que esto le afecte') ni racionalizar ('es lo que hay', 'tenía que hacerlo por mí', 'es lo mejor'). Tampoco es colgarse al hombro los sentimientos de la otra parte, infantilizándola.

Que está bien el 'esto es tuyo'/'esto es mío', pero que también existe un 'esto es nuestro', 'vamos a ver qué hacemos con ello'. Y si lo que podemos hacer cada parte es distinto, entonces aceptarlo y dolernos, y hacernos cargo de lo que nos corresponde sin negar ni tampoco maternar (hacer de madre) de alguien que, por cierto, tiene derecho a recibir un trato adulto.

Lucía López
Psicóloga

Dirección

Calle Pérez Cepeda, 15-17, 1° Derecha
A Coruña
15004

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Lucía López. Psicóloga. publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram

Categoría