09/11/2025
🧠 A veces, los adultos confundimos órdenes o imposiciones con límites saludables. Pero no es lo mismo.
Un límite enseña responsabilidad, regula emociones y permite al niño/a entender consecuencias.
Una orden, en cambio, se percibe como una obligación rígida, sin espacio para negociar o expresar emociones.
◾ Ejemplos de órdenes o imposiciones:
“¡Haz los deberes ahora mismo!”
El niño/a puede sentirse presionado, ansioso o incluso rebelarse, porque no se le da opción de organizar su tiempo o explicar dificultades.
“No puedes jugar con eso, es demasiado tarde”
Aunque la intención sea proteger, la imposición puede generar frustración y sensación de no ser escuchado/a.
“Tienes que ir porque yo lo digo”
El niño/a puede sentir que sus intereses no importan y que su opinión no cuenta.
“Tienes que comértelo todo”
Puede provocar resistencia, ansiedad y asociaciones negativas con la comida, en lugar de enseñar hábitos saludables.
💭 Cómo lo reciben los niños/as:
Sensación de pérdida de control sobre sus decisiones.
Emociones reprimidas: enfado, frustración o tristeza.
Aumento de conflictos o resistencia hacia los adultos.
Dificultad para autorregularse emocionalmente.