Punto en el Corazón

Punto en el Corazón Todo lo que vives te conduce a un solo lugar: tu punto en el corazón. Modificamos nuestra institución para que represente las enseñanzas y no viceversa

Bienvenid@s a los que se animan a abrir la mente y elevar la consciencia.
Únete a la influencia del Creador que se expresa a través de la realidad que te rodea.

Shalom, chispas divinas del almaHoy compartimos una perla luminosa del Zóhar, sobre el misterio de los sueños y su conex...
06/11/2025

Shalom, chispas divinas del alma

Hoy compartimos una perla luminosa del Zóhar, sobre el misterio de los sueños y su conexión con los mundos espirituales.

El Zóhar (vol. I, 183a) revela:

“Durante el sueño, el alma se separa parcialmente del cuerpo y asciende a los mundos superiores. Allí contempla imágenes verdaderas y falsas, que se entremezclan según la pureza del alma del soñante.”

Cuando dormimos, una parte de nuestra alma viaja.
Allí puede tocar la Luz de la Verdad o quedar atrapada en los reflejos de la ilusión.
Por eso los sabios enseñan que no debemos contar los sueños, porque no sabemos de qué mundo provienen:
¿del mundo de Atzilut, donde mora la Verdad Divina, o del mundo de Asiyá, donde las sombras confunden la visión?

El Zóhar, Parashat Vayéshev 184b, añade:

“Un sueño puede venir del lado de la santidad o del lado de la impureza. Por eso el sabio no confía en lo que ve durante la noche.”

El verdadero despertar ocurre cuando aprendemos a discernir la voz de nuestra alma entre las mil voces del inconsciente.
Dormir con pensamientos puros es abrir las puertas del cielo para recibir mensajes que sanan.

Esta noche, antes de dormir, limpia tu mente, bendice tu corazón y deja que tu alma ascienda ligera.
Porque en la pureza del pensamiento, los sueños se convierten en mensajeros de la Luz.

¿Por qué no se cuentan los sueños?

En resumen, en el judaísmo no se cuentan los sueños públicamente por tres razones principales:

Porque mezclan verdad y falsedad, y no sabemos discernir su origen.

Porque al contarlos se puede “sellar” su energía, fijando un destino no deseado.

Porque los sueños pertenecen al ámbito del alma, y deben procesarse con modestia, introspección y oración.

Práctica espiritual recomendada

Cuando uno tiene un sueño fuerte o inquietante, la tradición enseña hacer un “Hatavat Jalom” (rectificación del sueño), que consiste en:

Declarar: “Que este sueño se transforme para bien.”

Rezar y estudiar algo de Torá.

No darle demasiada atención ni compartirlo con muchos.

Si el sueño parece significativo, meditar sobre él y pedir comprensión interna más que interpretación externa.

Que la paz te guíe y el amor te despierte cada amanecer.

Shalom, chispas divinas A veces la vida se siente como una carrera sin descanso. Ya pasamos por tanto… que lo último que...
05/11/2025

Shalom, chispas divinas

A veces la vida se siente como una carrera sin descanso. Ya pasamos por tanto… que lo último que queremos escuchar es que “vienen más pruebas.”
No. Hoy no hablaremos de pruebas, sino de revelaciones.

Abraham no fue “probado” por el Creador para sufrir. Fue elevado. Cada situación difícil fue una puerta que se abría hacia una versión más luminosa de sí mismo.
Y eso mismo ocurre contigo.

Porque incluso en los días grises, hay una chispa de propósito escondida. Y cuando eliges seguir amando, seguir creando, seguir creyendo… esa chispa se enciende.

El Zóhar dice:

“La Luz más alta solo se revela en quien no se rinde ante la oscuridad.”
📖 Zóhar, Lej Lejá 78b

Así que no temas al cansancio. Respira. Sonríe.
Tu historia no es una prueba, es una obra maestra en proceso.
Y cada amanecer es el Creador diciéndote: “Aún confío en ti.”

Con todo mi corazón,
Hoy elige paz, esperanza y un poco más de amor que ayer.

Shalom, queridas  chispas divinas que iluminan este espacio,Hace unos días, una de nuestras queridas lectoras, Bea, dejó...
04/11/2025

Shalom, queridas chispas divinas que iluminan este espacio,

Hace unos días, una de nuestras queridas lectoras, Bea, dejó una pregunta muy bella y profunda a propósito del post anterior sobre la purificación del alma y las inmersiones espirituales.

Ella escribió:
“¿No corre paralelo esto de las inmersiones en relación al propiamente dicho Mikveh?
Tengo entendido que estando en el Mikveh hay que respetar —o al menos escuché decir— cuatro inmersiones, que ayudan o colaboran con la misma Teshuvá.
¿Podrías en algún momento acercar más información sobre esto?”

Y como su pregunta me pareció excelente —porque toca un punto central de la enseñanza cabalística sobre la purificación del alma— decidí responderle por medio de este nuevo post, para que todos podamos profundizar juntos en este hermoso tema.

Tu pregunta es preciosa, y revela una comprensión muy fina de los secretos del Mikveh.

En efecto, las “inmersiones” de las que habla el Zóhar (Tazria 47a) no son ajenas al Mikveh físico; más bien, el ritual terrenal es un reflejo del proceso espiritual que el alma atraviesa cuando retorna a su fuente.

En la tradición cabalística, el Mikveh representa el vientre de la Creación —las Aguas Superiores (Mayim Elyonim) de donde todo procede.

Sumergirse en ellas es regresar simbólicamente al seno de la Luz Infinita (Or Ein Sof), donde no existe separación ni juicio.

El Ari HaKadosh (Rabí Itzjak Luria) enseñó que cada inmersión en el Mikveh corrige una capa diferente del alma, y los sabios explican que existen cuatro inmersiones principales, paralelas a los cuatro mundos espirituales:

Asiyá (acción): Purificar el cuerpo y los actos.
Yetzirá (formación): Sanar las emociones y la palabra.
Beriyá (creación): Elevar los pensamientos.
Atzilut (emanación): Fundirse con la Voluntad Divina.

Cada descenso al agua —ya sea física o simbólica— es en realidad un ascenso interior. Por eso el Zóhar dice:
“El que se sumerge en las aguas de la santidad, asciende como un recién creado.” (Zóhar III, Tazria 47b)

Las tres inmersiones espirituales que mencionábamos (Torá, Teshuvá, Amor) corresponden a movimientos internos que pueden acompañar las inmersiones físicas del Mikveh o realizarse incluso sin agua, mediante conciencia, intención y transformación interior.

Así, el Mikveh es la vasija y las inmersiones del alma son la Luz que la llena.

El cuerpo toca el agua; el alma toca el Infinito.
El Zóhar enseña que el agua es símbolo de la Luz de Jasadim —la misericordia divina— que limpia no destruyendo, sino abrazando y disolviendo las formas impuras que el ego crea.

Rab Ashlag explica que cuando el alma se sumerge en las aguas del Mikveh interior, lo que en realidad hace es regresar a su estado original de otorgamiento, donde ya no hay separación entre el que da y el que recibe.

Cada gota representa un pensamiento, una emoción o un deseo que vuelve a su raíz luminosa.

Por eso, quien se sumerge con conciencia y amor renace, como si toda la Creación lo recibiera de nuevo en su seno.

Gracias, Bea, por abrir con tu pregunta un canal más profundo hacia la comprensión de este misterio.

Que cada inmersión —externa o interna— nos devuelva al océano del Amor que todo lo purifica.

Tony Blanco Que la Luz te renueve y el agua del alma te devuelva a tu origen.

Shalom chispas divinas, hoy le traemos otra perla del Cielo basada en el sagrado Zohar:En el Zohar, Volumen III, Parasha...
03/11/2025

Shalom chispas divinas, hoy le traemos otra perla del Cielo basada en el sagrado Zohar:

En el Zohar, Volumen III, Parashat Tazria 47a, se nos revela un misterio profundo sobre la purificación del alma:
“Así como el cuerpo necesita agua para limpiarse, el alma necesita inmersión en aguas espirituales para ser santificada.”

El Zohar enseña que existen tres niveles de inmersión espiritual, o bautizos del alma, para alcanzar la santidad que todo creyente anhela:
1. La inmersión en el estudio de la Torá – Cuando el alma se sumerge en la sabiduría divina, se limpia de pensamientos negativos y se conecta con la Luz del Creador.

Letras hebreas: עה דב דוז — representan la protección divina y el equilibrio interior que proviene del conocimiento sagrado.

2. La inmersión en el arrepentimiento (Teshuvá) – Como aguas vivas que renuevan, el arrepentimiento sincero purifica las impurezas del alma.
Letras hebreas: כה אר מר — evocan la purificación y expansión de la Luz, el retorno del alma a su origen divino.
3. La inmersión en el amor y la compasión – Al actuar con bondad, el alma se baña en la luz de la misericordia, elevándose por encima de la materia.
Letras hebreas: אה רה הין — simbolizan la unidad, el aliento sagrado y el flujo de amor celestial que une al alma con el Creador.

Cada una de estas inmersiones abre un canal hacia lo sagrado, despertando la chispa divina que habita en nosotros.

No es el agua física la que purifica, sino la intención, la conciencia y el deseo profundo de transformación.
Nota: Las letras hebreas (combinaciones como עה דב דוז, כה אר מר, אה רה הין)
Estas letras no provienen directamente de ese pasaje del Zohar, pero están inspiradas en las 72 combinaciones de los Nombres Divinos (Shem HaMephorash), que la Cábala usa para representar energías espirituales específicas.

Zohar III, Tazria 47a Comparte las perlas del Zohar con tus amigos.
Le deseo amor y paz .

Shalom, chispas divinas Hoy quiero compartir con vosotros una reflexión compleja, pero necesaria. Leí hace poco una fras...
31/10/2025

Shalom, chispas divinas
Hoy quiero compartir con vosotros una reflexión compleja, pero necesaria.

Leí hace poco una frase que me hizo pensar:
“No podemos forzar a otro país a cambiar sus valores o costumbres para que reflejen los nuestros.

Pero tampoco tenemos por qué aceptarlos.
Hay valores y costumbres que no son dignos de nuestra tolerancia.”

A primera vista, puede parecer dura. Sin embargo, si la observamos a través de la lente de la Cábala, descubrimos que encierra una verdad profunda sobre la naturaleza misma del alma humana.

El dilema eterno: Tolerancia y límites
Vivimos en una época en la que la palabra tolerancia se ha convertido casi en sinónimo de bondad.

Ser tolerante, abierto, comprensivo, suena siempre virtuoso.
Y, en efecto, la tolerancia es una forma de amor. Pero la Cábala nos enseña que incluso el amor necesita límites, porque cuando se desborda, destruye aquello que pretendía nutrir.

En el Zóhar (Parashat Lej Lejá, 78a) se enseña:
“La bondad sin justicia es como un río que se desborda y arrasa los campos.”

Es decir: la misericordia sin discernimiento puede volverse destructiva.
Y este es, precisamente, el mensaje oculto detrás de la historia de Abraham.

Abraham: el hombre del amor sin medida
Abraham fue el padre de la bondad (Jesed).
Su tienda estaba abierta por los cuatro lados, para que cualquiera —de cualquier dirección— pudiera entrar.

Representa el alma que da, que ama, que acoge sin preguntar.

Pero su grandeza también escondía un peligro.
De su bondad desbordada nació Ishmael —símbolo del amor sin forma, sin contención—.
Cuando la compasión se vuelve ciega, engendra caos.

Por eso, Di-s le dice a Abraham:
“No temas, Abraham, Yo soy tu escudo.” (Beresh*t 15:1)

“Yo soy tu escudo”… ¿de quién?
Los sabios jasídicos enseñan que estas palabras significan algo más profundo de lo que parece.
No es solo “Yo te protegeré”, sino “Te protegeré de ti mismo.”

Del exceso de Jesed, del impulso a amar incluso cuando amar significa destruir los límites.
Rabí Dov Ber de Mezeritch interpretaba que la bendición “Escudo de Abraham”, que decimos tres veces al día en la Amidá, puede entenderse también como:
“Bendito seas Tú, Di-s… que nos protege de Abraham.”

Es decir, que nos protege de nuestro propio exceso de amor, de nuestra propia inclinación a tolerar lo intolerable.

Porque sí, el amor puro es divino, pero cuando se desconecta del discernimiento (Guevurá), deja de construir y empieza a consentir la oscuridad.

Jesed y Guevurá: las dos alas del alma
La Cábala nos enseña que toda energía divina debe fluir entre dos columnas:
Jesed (bondad) —representada por Abraham.

Guevurá (disciplina, justicia) —representada por Isaac.

Y en medio, surge Tiféret (armonía) —el equilibrio que encarna Jacob.

Sin Guevurá, la bondad se convierte en debilidad.
Sin Jesed, la justicia se convierte en crueldad.
Por eso, la plegaria del justo es siempre por el equilibrio interior:
“Creador del Mundo, protégeme de mi propio Abraham interno;
enséñame a amar con sabiduría,
a tener compasión sin perder la verdad,
y a poner límites sin odio.”

Tolerancia no es neutralidad moral
Volviendo a la frase inicial, comprendemos que la verdadera tolerancia no consiste en aceptar todo, sino en discernir lo que puede elevarse de lo que aún pertenece a la oscuridad.

No todo merece ser aceptado en nombre de la paz, porque la paz sin verdad es una ilusión.

Rab Ashlag, el gran maestro del siglo XX, escribió:
“El amor sin discernimiento no corrige; solo prolonga el sufrimiento.” (Prefacio a la Sabiduría de la Cábala, §70)
Por eso, cuando somos testigos de costumbres, pensamientos o comportamientos que degradan la vida o fomentan el odio, no debemos confundir el silencio con tolerancia espiritual.

Podemos respetar sin aprobar, comprender sin justificar, y amar sin renunciar a la verdad.

El escudo interior
Cada día, al rezar “Maguén Avraham”, pedimos al Creador que nos dé ese escudo de sabiduría que nos permita amar con límites, perdonar sin ingenuidad y discernir cuándo nuestra compasión está sirviendo a la luz… o al ego.
El camino espiritual, nos dice el Zóhar, no es el del exceso, sino el del equilibrio:
“El justo camina con dos pies: amor y disciplina.
Uno sin el otro no puede sostenerlo.” (Zóhar, Vayejí 216b)

Que hoy podamos equilibrar el amor con la sabiduría,
la compasión con la verdad,
y la tolerancia con el discernimiento.
Esa es la auténtica espiritualidad.
Con amor y discernimiento,
Paz, equilibrio y amor para todos

Shalom, chispas divinas del corazón Este Shabat nos envuelve la luz de Parashat Lej Lejá, donde el Creador le dice a Abr...
31/10/2025

Shalom, chispas divinas del corazón

Este Shabat nos envuelve la luz de Parashat Lej Lejá, donde el Creador le dice a Abraham:

“Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, hacia la tierra que Yo te mostraré.”
(Génesis 12:1)

Estas palabras, aparentemente simples, encierran uno de los misterios más profundos de la Cábala: el viaje del alma hacia su verdadera esencia.

"Lej Lejá" significa literalmente “ve hacia ti mismo”.
El Creador no le pide a Abraham simplemente que abandone un lugar físico, sino que trascienda las capas de identidad que lo atan a lo externo: su cultura, su entorno, sus creencias heredadas.

Rabí Ashlag explica que este llamado no fue sólo para Abraham, sino para cada alma humana que anhela revelar la Luz que habita en su interior.

El “viaje” de Lej Lejá es un proceso de desprendimiento del ego, de salir de la zona cómoda del “yo” limitado, para entrar en un espacio donde el alma puede recibir directamente del Creador.

El Zóhar (Lej Lejá 78a) dice:

“Cuando el Creador dijo ‘Vete hacia ti’, fue para que Abraham encontrara su raíz superior y la conectara con las almas de todos los justos.”

Cada uno de nosotros, al caminar por la vida, recibe también ese llamado:
Sal de lo que conoces, de lo que te define, y entra en lo que te espera.”

Y es en ese movimiento donde comienza la verdadera sanación: cuando dejamos de buscar fuera y empezamos a encontrarnos dentro.

Hoy, te invito a hacer tu propio Lej Lejá:
Deja atrás los miedos, las voces que te limitan, y escucha el susurro de tu alma que te llama hacia una nueva tierra —la tierra de tu propósito y de tu plenitud.

Esta meditación es una poderosa herramienta para alinear tu ser y atraer la sanación que necesitas.
¡Permítete fluir y sanar desde lo más profundo!

Con luz y conciencia,
Paz y amor siempre 🌿

Cita cabalística:

“El que camina hacia sí mismo, camina hacia el Infinito.” – Rab Ashlag, Introducción al Estudio de las Diez Sefirot

Estimadas chispas divinas Nuestras reflexiones diariasCuando la Luz infinita comenzó a descender, no lo hizo por error, ...
30/10/2025

Estimadas chispas divinas

Nuestras reflexiones diarias
Cuando la Luz infinita comenzó a descender, no lo hizo por error, ni por caída… sino con un propósito: crear un mundo en constante ascenso.
Desde entonces, cada día es más elevado que el anterior. Aunque a nuestros ojos parezca repetirse, incluso retroceder, en realidad es un río que fluye con dirección desde lo Alto. No somos sus dueños, ni de su curso ni de su destino; es el flujo mismo de la creación el que nos forma a nosotros.

Y sin embargo, se nos ha otorgado un poder único:
🔹 No dominamos el viaje, pero sí elegimos nuestro rol en él.

Esta idea se refleja con fuerza en la enseñanza n.º 32 de Shamati, titulada “El destino es el despertar que viene de Arriba”, donde se dice:

“El destino es el despertar que viene de Arriba.”
“No todos están preparados para recibir este destino... aquellos que sí lo están, deben elegir conscientemente el camino, a pesar de no entenderlo con su mente.”

Además, en la enseñanza n.º 143, se habla directamente del libre albedrío:
“Ahí donde está permitido elegir, el hombre debe luchar y observar la Mitzvá del libre albedrío [...] aunque fracase, si vence en esta lucha, estará añadiendo nuevos dominios al poder de Kedushá.”

Podemos vivir como espectadores… o convertirnos en los héroes de esta travesía espiritual.

¿Cómo? Elevando nuestro deseo, conectando con los demás, buscando siempre la meta superior: adhesión con el Creador.

La Luz descendió para que tú puedas ascender.
Cada paso, incluso la caída, es parte de la subida.

Shalom, Con amor y propósito, seguimos ascendiendo juntos.

“Busqué a mi hermano y encontré a los tres”). En la enseñanza n.º 1: “No existe nadie más que Él”, se explica cómo a tra...
29/10/2025

“Busqué a mi hermano y encontré a los tres”). En la enseñanza n.º 1: “No existe nadie más que Él”, se explica cómo a través del dolor, el rechazo y el anhelo sincero por acercarse al Creador, uno llega a comprender que:

“...todos los rechazos que había experimentado provenían del Creador... sólo Dios puede ayudarle y acercarle.”

Más adelante, se explica que el alma del individuo es en realidad una parte del alma colectiva, y que el dolor por estar separado del Creador no es individual, sino un sufrimiento de la misma Shejiná —la Divinidad— porque está separada de sus partes, es decir, de los demás:

“El hombre no es más que un órgano particular de la Divina Shejiná [...] existe aflicción en la Shejiná cuando los órganos son apartados de ella y no puede sustentarlos.”
Esta enseñanza revela que al reconectarse con el prójimo, uno repara esa separación —reencuentra el alma, la Divinidad y al Creador.

Hay búsquedas que parecen no tener fin. Uno puede pasar años buscando su alma, intentando comprender a Dios, deseando descubrir un propósito más elevado... y, sin embargo, sentirse más perdido que nunca.

Pero en un acto simple y puro de conexión con otro ser humano —un hermano, una chispa divina como tú—, ocurre el milagro: encontramos a todos. Al alma, a Dios, y a nosotros mismos.

La espiritualidad más elevada no se alcanza en los cielos, sino en el lazo sincero con el prójimo. Donde hay unión, hay revelación.
Baal Ha Sulam nos enseña que el alma de cada uno es solo un órgano de la gran alma llamada Shejiná —la Divinidad—. Si estamos separados de nuestros hermanos, estamos separados del Creador. Pero cuando logramos unirnos, incluso en lo más pequeño, le devolvemos vitalidad a la Shejiná, a nosotros mismos y al alma del mundo.

Estimadas chispas divinas, Entonces, si hoy te sientes perdido… busca a tu hermano. En esa unión encontrarás al alma, a Dios, y a ti mismo.

Shalom Amor

Queridas chispas divinas,¿Sabes quién gana al final?Gana quien, aunque el alma tiemble, se levanta cada mañana para segu...
29/10/2025

Queridas chispas divinas,
¿Sabes quién gana al final?
Gana quien, aunque el alma tiemble, se levanta cada mañana para seguir caminando.
Quien, entre lágrimas, aún confía en la Luz que no ve pero siente.

Gana quien no endurece el corazón ante el dolor,
sino que lo transforma en ternura.
Quien comprende que la verdadera fortaleza
no consiste en no caer, sino en levantarse con amor.

La Cábala enseña que cada lágrima sincera abre un sendero invisible de Luz,
y que el Creador se revela en aquellos que, aun en la oscuridad, eligen seguir dando.

“El alma más luminosa es la que aprendió a brillar desde la herida.”
(Zóhar – Toldot)

Shalom y Amor.

Shalom, chispas divinas A veces la vida nos lleva por caminos que parecen equivocaciones… pero la Cábala enseña que no e...
27/10/2025

Shalom, chispas divinas
A veces la vida nos lleva por caminos que parecen equivocaciones… pero la Cábala enseña que no existen los errores en el universo del Creador.
Abraham fue llamado a ir a la Tierra Prometida. Y sin embargo, al llegar, encontró hambre y tuvo que descender a Egipto.
Los sabios explican que este descenso no fue un fracaso, sino una lección oculta.
Rabí Najmán de Breslov decía: “El descenso es solo el preludio del ascenso.”
Incluso cuando creemos habernos desviado, la Luz utiliza esos desvíos para hacernos crecer.
Cada “error” revela un nivel más profundo de la verdad.
Cada descenso es una invitación a descubrir el propósito oculto que nos impulsa más alto.
En el mundo de Dios no hay caminos equivocados.
Solo rutas secretas hacia el despertar del alma.
“El Creador guía al alma por senderos que parecen oscuros, pero cada sombra oculta un paso hacia Su Luz.”
— Zóhar, Lej Lejá
En la foto “Hiné makom ití” significa más que un sitio físico: es una invitación a elevarse a un estado de consciencia donde uno habita dentro de la Presencia Divina misma.

En palabras de los cabalistas: El “makom” es el punto del corazón donde el alma se une a su Fuente.
Que cada paso, incluso los inciertos, te acerque a la Verdad.

Shalom, chispas divinas, con el punto en el corazón A veces creemos que la vida termina donde acaban nuestros sentidos.V...
27/10/2025

Shalom, chispas divinas, con el punto en el corazón

A veces creemos que la vida termina donde acaban nuestros sentidos.
Vemos, oímos, tocamos… y pensamos que eso es toda la realidad.
Pero la Cábala enseña que más allá de los cinco sentidos hay un sexto: la percepción del alma, capaz de sentir la vida como un todo, sin fragmentos, sin fronteras.

Cuando dos o más corazones se conectan con sinceridad, nace un tejido invisible, un cuerpo espiritual compartido. En ese nivel, el tiempo se disuelve y la muerte deja de tener sentido.
Solo queda la plenitud del Ser, la sensación de pertenecer a algo eterno.

La vida no termina en lo físico. Comienza, verdaderamente, cuando aprendemos a unir nuestras almas en amor, entrega y conciencia.
Esa unión es la raíz de toda sanación: cuando mi alegría es también la tuya, y la Luz se reparte sin perderse.

“Cuando el alma deja de buscar solo para sí misma, entra en el espacio donde mora la Eternidad.” — Zóhar, Parashat Vaerá

Hoy te invito a sentirte parte de ese cuerpo colectivo de almas despiertas.

No estás sola, no estás solo. Somos uno en la Luz.

Si te gustó este mensaje de Con el punto en el corazón, síguenos y comparte esta Luz para que otros también recuerden quiénes son.

Paz y amor, hoy y siempre

“La Luz no necesita oro para brillar, pero el mundo necesita vasijas para contenerla.”— Rabí Ashlag, Introducción al Zóh...
24/07/2025

“La Luz no necesita oro para brillar, pero el mundo necesita vasijas para contenerla.”
— Rabí Ashlag, Introducción al Zóhar

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