10/07/2023
“EL PAPA OLVIDADO”
Con la muerte de un hijo, muere todo.
Las ilusiones, el futuro y los sueños se destruyen a los padres. Pero vivimos en una sociedad donde tendemos la mayoría a centrarnos en el estado emocional de la madre, dejando al padre al margen. Sin llegar a pensar por un segundo en el papel tan importante que realiza en el momento más duro de sus vidas.
A pesar de ser invisible para muchos, al padre no le importa serlo. Su único objetivo es el bienestar de la madre y hace hasta lo imposible para evitarle más sufrimiento del que ya tiene, aunque eso conlleve esconder su dolor.
Ese hombre está dispuesto a todo aunque tú no lo veas.
Ese hombre, desde el minuto uno se pone el título de fuerte sin que nadie se lo pida. Se coloca la armadura más dura que encuentra y coge la mano de la madre para no soltarla nunca.
Ese hombre, acompaña a su hijo hasta la zona de autopsias, atravesando los pasillos de maternidad, para tener que separarse sin poder hacer nada. Sabiendo que lo único que quiere es cogerlo en brazos y salir de allí lo más lejos. Mientras la madre esta lo más aislada posible de todo lo que le rodea.
Ese hombre, es el primero que se enfrenta a la calle y se adelanta a la madre para que no se encuentre con una situación que le haga más sufrir. Siendo el que se lleva el primer impacto emocional.
Ese hombre, no tiene derecho al duelo. Si la sociedad que nos rodea no le reconoce el duelo a la madre, al padre todavía menos.
Ese hombre, se incorpora en poco tiempo a su rutina diaria. Debido a que legamente no es reconocido como padre. Siendo ya excluido de la figura paterna.
Ese hombre, llora a escondidas. Sin que nadie lo vea para no hacerle más daño del que ya está soportando. Reteniendo sus lágrimas como puede para luego dejarlas caer.
Ese hombre, sabe mirar más allá de los ojos y leer entre líneas. Detectando en cada momento lo que necesita la madre, sin que ella pronuncie ninguna palabra.
Ese hombre, es el único capaz de arrancarle una sonrisa cuando no tiene ganas, a pesar de su dolor. Y de abrazarle tan fuerte que le llena el alma haciéndole sentir que siempre estará junto a ella.
Ese hombre, no le mide el tiempo al duelo de la madre. Deja que vaya avanzando a su ritmo permaneciendo siempre a su lado. Y acompañándola en cada paso juntos de la mano.
Ese hombre, hace absolutamente todo por y para la madre sin pararse a pensar en él.
Ese hombre, es el papa al que todos olvidan. Y también se le ha mu**to un hijo.
El vínculo que crea un hijo con su madre es un lazo único. Pero el padre es el primero que se apresura a poner las manos en el vientre cuando se está moviendo para sentirlo, el único que puede escuchar el corazón de un hij@ a través de tu piel, él que le habla para que reconozca su voz y le canta canciones para dormir, él que se le ilumina la cara con cada ecografía, él que fantasea con su futuro juntos, él que ya no concibe su vida sin su hij@.
El padre tiene un vínculo diferente pero igual de especial.
No lo lleva en su ser, pero lo quiere y lo esperaba igual que la madre.
No existen palabras suficientes de agradecimiento por todo el apoyo incondicional que brindan a la madre sin esperar nada a cambio. A pesar de no tener fuerzas siempre está ahí para levantarla sin importar las veces que caiga, para secar sus lagrimas con sus besos, para abrazarla y no soltarla el tiempo que sea necesario, para impulsarla a seguir adelante aun sabiendo que no tiene ganas de avanzar…
Solo te pido por favor que si a lo largo de tu vida te cruzas con unos padres en duelo, acuérdate del padre y abrázalo. Sufre igual que la madre, pero lo hace en silencio. Te aseguro que lo agradecerá más de lo que te puedas imaginar.
El papá existe y también le duele.
Autora: Isabel Zarzoso