31/10/2025
RIGIDEZ Y FLEXIBILIDAD
¿Qué significa rigidez mental?
Existe rigidez cuando mantenemos unas creencias sobre la vida inamovibles y que no nos permiten adaptarnos a ella. Cuando consideramos el cambio, la duda o la revisión de nuestra forma de pensar procesos peligrosos. Cuando nos resistimos a probar cualquier tipo de opción para mejorar, aún sabiendo que tal y como hacemos las cosas no nos está funcionando bien. Es tener miedo de que nos convenzan con una especie de lavado de cerebro.
También es rigidez la tendencia a querer tenerlo todo bajo control, lo que provoca mucho malestar ante la incertidumbre y lo desconocido. Algunas cosas siempre se nos van a escapar de las manos, y así es como debe ser porque no somos omnipotentes.
¿Y qué es flexibilidad mental?
Ser capaces de dudar de nosotros mismos o de nuestras ideas sin sentir que nuestra integridad psicológica se tambalea. Ser capaces de cuestionar nuestras creencias y sustituirlas por otras cuando las buenas razones y el peso de la evidencia así lo indican.
Flexibilidad es también aceptar con naturalidad la crítica y el error sin asumir posiciones dogmáticas. Es no temer a los debates constructivos donde se cuestionen nuestros criterios. Considerar más importante ser razonable y tener apertura mental.
Ser flexibles es ser más receptivos y humildes y menos arrogantes. Ser sensibles a valorar otros puntos de vista, sin vernos en la obligación de aceptarlos. Mantener unos principios que rigen nuestro comportamiento, pero estar dispuestos a cambiarlos si lo vemos acertado y ventajoso.
Significa, en definitiva, perder el miedo a plantearnos cambios en nosotros mismos. Pensar que actualizarse de manera continua es enriquecedor. Es permitirnos vivir sin tenerlo todo atado y comprobar cómo eso puede incrementar nuestra calidad de vida. Es sentirnos más tranquilos y felices, mientras que la rigidez proporciona una vida empobrecida y dolorosa.
Flexibilidad es desechar el "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, y abrirnos a lo desconocido sin miedo de perder nada, porque nuestros recursos irán con nosotros hacia donde sea mejor moverse. Es saber que vivir sin correr riesgos asumibles es lo mismo que conformarse con una rutina gris y tener una vida limitada y resignada.
Es vernos a nosotros mismos como personas moldeables. Eso nos permite hacer mejoras que repercutan en nuestro bienestar y así no estancarnos. Podemos adaptarnos a las demandas del entorno, evaluarnos para ver si vamos por buen camino y hacer introspección sin sufrir.
Ser flexible es tener la curiosidad necesaria para experimentar, la motivación para explorar nuevos horizontes y para ponernos a prueba, y la creatividad para atrevernos a formular nuestros propios propósitos.