10/11/2025
Los buenos viejos tiempos son ahora
A veces navegando por distintas redes sociales te encuentras mensajes que habías olvidado,
y vi uno en concreto estos días, de una serie que totalmente recomiendo “The Office”, que
me gustaría compartir:
“Ojalá hubiera una manera de saber que estás en los buenos viejos tiempos, antes de que te hayas ido de ellos.”
Una frase sencilla en apariencia, pero con una
profundidad que toca algo esencial. Muchas veces solo valoramos el presente cuando ya se
ha convertido en recuerdo.
Desde el espacio de trabajo terapéutico se habla de vivir con presencia, no como un estado
ideal o constante, sino como una práctica: detenerse, mirar alrededor y reconocer lo que ya
está aquí. La mente humana tiende a viajar —hacia lo que fue, o hacia lo que podría ser— y
mientras tanto, se nos escapan los instantes que conforman nuestra vida.
Estar presente no implica negar lo que duele ni ignorar lo que nos preocupa. Implica hacer
espacio para lo que hay, sin perdernos en lo que “debería ser”. Se trata de volver una y otra
vez al momento presente, aunque sea por segundos. Porque la vida sucede aquí, en este
preciso instante: en una conversación, en una mirada, en un silencio compartido.
Podemos empezar este trabajo de estar presente con gestos sencillos: respirar antes de
responder, mirar con atención el rostro de quien tenemos delante, o simplemente sentir el
contacto de los pies con el suelo. Pequeñas pausas que nos devuelven a lo esencial: estar
vivos, aquí y ahora.
Cuando nos permitimos habitar el presente, algo cambia. Aparece una sensación de calma y
claridad que no viene de que todo esté bien, sino de aceptar que no necesitamos escapar de
lo que sentimos para vivir plenamente. El presente es el único lugar donde podemos sanar,
amar y construir sentido.
En Lucentum Psicología te acompañamos si sientes que tu mente vive más en el pasado o
en el futuro que en el ahora. Podemos ayudarte a cultivar presencia, equilibrio y aceptación,
paso a paso.