02/12/2023
𝐌𝐔𝐂𝐇𝐎𝐒 𝐂𝐑𝐄𝐄𝐍 𝐐𝐔𝐄 𝐄𝐋 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄𝐁𝐄 𝐒𝐄𝐑 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐒𝐔𝐒 𝐕𝐈𝐃𝐀𝐒. 𝐘 𝐄𝐒𝐎 𝐍𝐎 𝐄𝐒 𝐀𝐒Í
«En la mayoría de ocasiones, sólo vemos la parte superior del iceberg. Ahí están los síntomas. Pero la gente se olvida de la base. Y ahí es donde están los orígenes de los problemas». Esta gráfica reflexión es de Joao Paulo Lovatel, quiropráctico profesional del Centro Lovatel, el único centro quiropráctico profesional que tiene Almendralejo en la calle Vistahermosa. Como miembro de BNI Desafío Almendralejo, Joao trató de explicar a sus compañeros qué hace realmente un quiropráctico y por qué su objetivo es ahondar siempre en lo más profundo de los problemas.
El Centro Quiropráctico Lovatel está de enhorabuena porque cumple este 1 de diciembre su SEGUNDO ANIVERSARIO
«Muchos pacientes creen que el dolor debe ser algo que forme parte de sus vidas. Y eso no debe ser así. Hay gente con 80 años que no tienen esos dolores. La edad no implica tener una mala calidad de vida», puntualiza.
El Centro Quiropráctico Lovatel cumple este 1 de diciembre su segundo aniversario desde su apertura. A la misma acuden personas con dolores de espalda, hernias discales, ciática, dolores de cabeza, vértigos, mareos y muchos problemas que están conectados con la columna vertebral. «Hace una visita al quiropráctico debería ser algo como ir a un dentista rutinariamente para revistarte la boca. Tener controlado los problemas evita muchas molestias», indica.
Joao lleva 16 años como quiropráctico profesional. Se licenció en Brasil y Estados Unidos y tiene varios máster en dolor y quiropráctica deportiva. «Yo tenía unos problemas de mucho tiempo y después de ir a muchos especialistas ha sido Joao el que me lo ha solucionado» dijo Conrado del Castillo, un compañero y paciente de la clínica.
Algunos pacientes les han dejado reseñas públicas por agradecimientos. María José Pabón indica que su vida dio un giro de 360 grados desde que se puso en manos de Joao para resolver sus problemas. También Rocío Martín habló de cómo desaparecieron sus dolores de espalda con Lovatel.
Joao insiste en la necesidad de profundizar más sobre los problemas para darles una solución eficiente. «Si te duele la cabeza, nos tomamos una pastilla. Si te duele el cuello, te das un masaje. Pero hay que parar a pensar porque aparecen esas molestias y dónde tenemos que mejorar para que no vuelvan. Ahí ataca la quiropráctica».