11/11/2025
Gran parte de lo que repetimos en la vida adulta viene de muy atrás, de esas experiencias tempranas que, sin darnos cuenta, seguimos reproduciendo.
Son formas de adaptarnos, de protegernos o de buscar afecto, y con el tiempo acaban volviéndose automáticas.
Volver a recordar cómo fue la infancia no es quedarse en el pasado.
Es entender cómo se formó nuestra manera de sentir y de relacionarnos, y reconocer qué parte de eso seguimos arrastrando sin querer.
Solo desde ahí podemos hacer algo distinto. Al fin y al cabo, entender también es una forma de cambiar.