20/12/2022
El pasado jueves, en la Sesión de Mindfulness, meditamos y compartimos "El Perdón", fue muy interesante comprobar y sentir la unión desde algo tan profundo, encontrar caminos comunes que descifren no solo la palabra Perdón sino lo que muchas veces oculta. Fue una liberación descubrir nuestras defensas que nos llevan a sufrir, equivocarse o errar no es un fracaso y encima confundimos lo que es el Perdón. Y caminamos por el mismo sendero, estrecho al principio, ancho después porque nos uníamos a un significado nuevo, perdonar no es olvidar, no es justificar, no es resignarse, no es negar el trauma o el dolor para resolver, no es darle la razón a quien nos lastimó, ni hacernos su amig@, no es estar de acuerdo con lo que pasó, el Perdón es una expresión de Amor, principalmente a nosotr@s mism@s, porque nos libera de ataduras que amarran nuestra alma, nos devuelve la calma y la paz que sanan el cuerpo, porque al perdonar no espero que nada suceda, si espero, no estoy perdonando desde el corazón sino que seguimos esperando una retribución y anclados en el problema de ayer, alimentando nuestra sed de justicia mal enfocada. Muchas veces a la persona que tenemos que perdonar es a nosotr@s mism@s, por eso el perdón es únicamente para nosotr@s mism@s y así desatarnos del resentimiento, es no destruirnos más, es aceptar que las cosas no fueron como esperábamos, y que somos aprendices, que lo importante es que la lección quede bien aprendida para que no vuelva a ocurrir. Perdonar para ser perdonad@s, la envidia, la soberbia, la injusticia, la ingratitud, la lujuria, la mentira, entre otros, dejan una herida profunda, no hay futuro sin perdón ni reconciliación.