03/04/2018
DIABETES
Descripción general
La diabetes mellitus se refiere a un grupo de enfermedades que afecta la forma en que el cuerpo utiliza el azúcar en la sangre (glucosa). La glucosa es vital para la salud dado que es una importante fuente de energía de las células que forman los músculos y tejidos. También es la fuente de combustible principal del cerebro.
Si tienes diabetes, sin importar de qué tipo, esto significa que tienes demasiada glucosa en la sangre, aunque las causas pueden diferir. Demasiada glucosa puede provocar graves problemas de salud.
Las enfermedades de diabetes crónica comprenden diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Las enfermedades de diabetes potencialmente reversibles comprenden la prediabetes (cuando los niveles de azúcar en sangre son más elevados de lo normal, pero no lo suficientemente elevados para clasificarse como diabetes) y la diabetes gestacional (que ocurre durante el embarazo, pero se puede resolver después de dar a luz al bebé).
Síntomas
Los síntomas de la diabetes varían según cuánto se eleve tu nivel de azúcar en sangre. Es posible que algunas personas, en especial las que padecen prediabetes o diabetes tipo 2, no experimenten síntomas al principio. En el caso de la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápido y ser más intensos.
Algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son los siguientes:
Aumento de la sed
Necesidad de o***ar a menudo
Hambre extrema
Adelgazamiento sin causa aparente
Presencia de cuerpos cetónicos en la o***a (los cuerpos cetónicos son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible)
Fatiga
Irritabilidad
Visión borrosa
Llagas que tardan en sanar
Infecciones frecuentes, como las infecciones en las encías o en la piel y las infecciones vaginales.
Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, suele aparecer en la infancia o en la adolescencia. La diabetes tipo 2 (el tipo más frecuente) puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en mayores de 40 años.
El rol de la glucosa
La glucosa, un tipo de azúcar, es la principal fuente de energía de las células que forman los músculos y otros tejidos.
La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y el hígado.
El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, en donde ingresa en las células con la ayuda de la insulina.
El hígado genera y almacena glucosa.
Cuando los niveles de glucosa son bajos, como cuando no has comido por un buen rato, el hígado convierte en glucosa el glucógeno almacenado para mantener el nivel de la glucosa en el intervalo normal.
Cómo funciona la insulina
El páncreas segrega insulina al torrente sanguíneo.
La insulina circula y permite que el azúcar ingrese a las células.
La insulina reduce la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo.
A medida que baja el nivel de azúcar en sangre, baja la secreción de la insulina del páncreas.
El problema aparece cuando no hay suficiente insulina para retirar el azúcar de la sangre, y al mantenerse en el torrente sanguíneo es cuando empiezan a aparecer los problemas.
Causas de la diabetes tipo 1
Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. Lo que sí se conoce es que el sistema inmunitario, el cual normalmente combate bacterias nocivas y virus, ataca y destruye las células que producen insulina en el páncreas. Esto te deja con poca insulina o nada de ella. En lugar de ser transportada a las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo.
Se cree que la causa de la diabetes tipo 1 es una combinación de propensión genética y factores ambientales, aunque aún no está claro exactamente cuáles son estos factores.
Causas de prediabetes y diabetes tipo 2
En la prediabetes (la cual puede derivar en diabetes tipo 2) y en la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina y el páncreas no puede generar la insulina suficiente para contrarrestar esta resistencia. En lugar de llegar a las células donde se la necesita para proporcionar energía, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo.
Se desconoce la razón exacta de por qué sucede, aunque el sobrepeso está fuertemente ligado a la aparición de la diabetes tipo 2 pero no todos los diabéticos tipo 2 tienen sobrepeso.
Causas de la diabetes gestacional
Durante el embarazo, la placenta produce hormonas para sustentarlo. Estas hormonas hacen que las células sean más resistentes a la insulina.
Normalmente, el páncreas responde generando la cantidad adicional de insulina necesaria para contrarrestar esta resistencia. Pero, a veces, el páncreas no da abasto. Cuando esto sucede, muy poca glucosa llega a las células y una gran cantidad se queda en la sangre, lo que deriva en una diabetes gestacional.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para la diabetes dependen del tipo de diabetes.
Factores de riesgo para la diabetes tipo 1
Aunque se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, algunos de los factores que pueden señalar un incremento en el riego de desarrollarla son:
Antecedentes familiares.Tu riesgo aumenta si tus padres o hermanos tienen diabetes tipo 1.
Factores ambientales. Es probable que algunas circunstancias como la exposición a enfermedades virales ayuden al desarrollo de la diabetes tipo 1.
La presencia de células dañinas del sistema inmunitario (anticuerpos). En ocasiones, a los familiares de las personas con diabetes tipo 1 se los somete a análisis clínicos para comprobar la presencia de anticuerpos de la diabetes. Si tienes estos anticuerpos, tendrás mayores probabilidades de contraer diabetes tipo 1. Pero no todas las personas que tienen estos anticuerpos llegan a contraer diabetes.
Factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2
Los investigadores no logran comprender totalmente por qué algunas personas contraen prediabetes y diabetes 2 y otras no. Sin embargo, es evidente que ciertos factores incrementan el riesgo, como por ejemplo:
Peso. Mientras más tejido graso tengas, más resistentes serán tus células a la insulina.
Inactividad. Mientras menos actividad realices, mayor será tu riesgo. La actividad física ayuda a controlar el peso, consume glucosa como fuente de energía y vuelve las células más sensibles a la insulina.
Antecedentes familiares. Tu riesgo se incrementa si alguno de tus padres o hermanos tienen diabetes tipo 2.
Raza. Si bien no resulta claro por qué, las personas de determinadas razas, como por ejemplo los afroamericanos, hispanos, indígenas estadounidenses y asiáticos americanos, corren un riesgo mayor.
Edad. Tu riesgo aumenta con la edad. Esto puede deberse a que te ejercitas menos, pierdes masa muscular y aumentas de peso a medida que envejeces. Pero la diabetes tipo 2 también está aumentando significativamente entre niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Diabetes gestacional. Si has desarrollado diabetes gestacional durante el embarazo, tu riesgo de desarrollar prediabetes y diabetes tipo 2 se incrementará más adelante. Si diste a luz a un bebé que pesó más de 4 kg, también tienes mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener síndrome del ovario poliquístico (un trastorno frecuente caracterizado por períodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad) aumenta el riesgo de desarrollar diabetes.
Presión arterial alta. Una presión arterial de más de 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg) implica un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Niveles anormales de colesterol y de triglicéridos. Si tienes niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad o de colesterol «bueno», tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 será mayor. Los triglicéridos son otro tipo de grasas que se transportan en la sangre. Las personas con niveles altos de triglicéridos afrontan un riesgo elevado de contraer diabetes tipo 2. Tu médico puede informarte cuáles son tus niveles de colesterol y de triglicéridos.
Complicaciones
Las complicaciones a largo plazo de la diabetes se desarrollan en forma gradual. Cuanto más tiempo hayas tenido diabetes —y cuanto menos te hayas controlado el azúcar en sangre—, mayor será el riesgo de complicaciones.
Algunas de las posibles complicaciones son las siguientes:
Enfermedad cardiovascular.
La diabetes aumenta en gran medida el riesgo de tener varios problemas cardiovasculares, como enfermedad de las arterias coronarias con dolor de pecho (angina de pecho), ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y estrechamiento de las arterias (ateroesclerosis).
Lesión a los nervios (neuropatía).
El exceso de azúcar puede dañar las paredes de los vasos pequeños (capilares) que alimentan los nervios, especialmente en las piernas. Esto puede causar hormigueo, entumecimiento, ardor o dolor que, por lo general, comienza en la punta de los dedos de los pies o de las manos, y se propaga hacia arriba en forma gradual. Si no se trata, puedes perder la sensibilidad en las extremidades afectadas.
Daño renal (nefropatía).
Los riñones contienen millones de grupos de vasos sanguíneos pequeños (glomérulos) que filtran los desechos de la sangre. La diabetes puede dañar este delicado sistema de filtración. El daño grave puede causar insuficiencia renal o una enfermedad renal en etapa terminal irreversible, que puede requerir diálisis o un trasplante de riñón.
Daño en los ojos (retinopatía).
La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética) y, posiblemente, ocasionar ceguera. La diabetes también aumenta el riesgo de otros trastornos graves de la vista, como cataratas y glaucoma.
Daños en los pies.
Las lesiones a los nervios de los pies o el flujo sanguíneo deficiente en los pies aumentan el riesgo de diversas complicaciones. Si no se las trata, las heridas y las ampollas pueden convertirse en infecciones graves que, con frecuencia, cicatrizan mal. En última instancia, estas infecciones pueden requerir la amputación de un dedo del pie, del pie o de la pierna.
Enfermedades de la piel.
La diabetes puede hacer que seas más propenso a tener problemas de la piel, como infecciones bacterianas y por hongos.
Complicaciones asociadas a la Diabetes gestacional
Pueden ocurrir complicaciones en tu bebé como consecuencia de la diabetes gestacional, entre ellas:
Crecimiento excesivo. El exceso de glucosa puede atravesar la placenta, lo que provoca que el páncreas del bebé produzca una cantidad adicional de insulina. Esto puede hacer que el bebé crezca demasiado (macrosomía). Los bebés muy grandes tienen más probabilidades de requerir un parto por cesárea.
También pueden ocurrir complicaciones en la madre como consecuencia de la diabetes gestacional, entre ellas:
Preeclampsia.Esta afección se caracteriza por presión arterial alta, exceso de proteína en la o***a e hinchazón en las piernas y en los pies. La preeclampsia puede causar complicaciones graves o que, incluso, pueden poner en riesgo la vida, tanto para la madre como para el bebé.
Prevención
La diabetes tipo 1 no puede prevenirse. Sin embargo, las mismas elecciones de un estilo de vida saludable que ayudan a tratar la prediabetes, la diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional también pueden ayudar a prevenirlas:
Consumir alimentos saludables. Elige alimentos ricos en fibra, con bajo contenido graso y pocas calorías. Concéntrate en las frutas, los vegetales y los cereales integrales. Intenta consumir alimentos variados para no aburrirte.
Hacer más actividad física. Intenta hacer actividad física moderada 30 minutos por día. Haz una caminata a paso ligero todos los días. Anda en bicicleta. Nada algunos largos en la piscina. Si no puedes realizar un entrenamiento prolongado, divídelo en sesiones más cortas durante el día.
Bajar esos kilos de más. Puede reducir el riesgo de diabetes.
Haz que te controlen el nivel de azúcar en sangre al menos una vez al año para comprobar que no presentes diabetes tipo 2.
Si las medidas preventivas se quedan cortas, será necesario el tratamiento farmacológico indicado por su médic@ de familia.