02/12/2025
“Me operaron de una hernia discal, pero en lugar de mejorar, empeoré.
Tenía dolor constante en la espalda baja y en la pierna, calambres, el pie dormido… Durante cuatro años viví así.
Fui varias veces a la clínica del dolor, donde me pusieron parches, morfina… hasta me quemaron el nervio ciático dos veces.
También pasé por todos los fisios posibles en Barcelona, Sant Cugat y Rubí, pero sin resultados.
Mi hija Eva, que era paciente de Aarón, insistió mucho en que probara la quiropráctica, así que decidí venir.
Sinceramente, no tenía mucha esperanza de que esto me fuera a ayudar.
Pero a las pocas semanas noté algo diferente: empecé a sentir alivio, podía mover el cuello, caminar mejor…
Y poco a poco, el dolor desapareció.
Hoy puedo decir que me ha cambiado la vida por completo.
Puedo moverme, subir y bajar del coche sin dolor, y he recuperado mis ganas de vivir.
Hasta mi carácter ha cambiado. vuelvo a ser el mismo de antes, alegre y con energía.”