16/12/2019
Alimentación energética de Invierno según la medicina tradicional china
La medicina tradicional china (MTC) se basa en la teoría de los 5 elementos (agua, madera, fuego, tierra y metal) y en el carácter dinámico y de transformación entre ellos. A cada elemento le corresponde un órgano y una víscera, un color, una emoción, un sabor, una estación del año y un grupo de alimentos para tonificar los órganos.
En esta ocasión nos centraremos a hablar del elemento Agua, ya que corresponde al Invierno
El elemento agua tiene asociado los riñones como órgano, la vejiga como entraña y la zona lumbar como palacio de los riñones. Todo elemento rige una apertura, en este caso es el oído y por ende rige la audición. El elemento agua es la esencia, nuestra información genética, el proyecto vital que venimos a desempeñar, por tanto también rige las zonas más profundas e íntimas del ser como es el aparato reproductor, los huesos, médulas y el sistema nervioso.
La estación del año es el invierno. Es decir, en esta época está en su máximo rendimiento y si hay una desarmonía, pueden aparecer síntomas relacionados con este elemento: dolor lumbar, hipoacusia, dolores articulares, etc. El agua tiende al vacío, es decir, al ser nuestra energía vital, va perdiendo fuerza con el paso de los años asi como con el estrés acusado y mantenido.
El color es el negro. Podemos nutrir este elemento con este color
El sabor es el salado. En exceso ataca a los riñones pero en dosis bajas lo nutre.
La emoción relacionada es el miedo. Si hay un desequilibrio energético en este elemento, es normal que se acuse el miedo y la ansiedad.
Una de las formas para armonizarnos y paliar estos desequilibrios físico-energéticos es a través de la alimentación. En líneas generales, en cualquier estación del año se recomiendan comer alimentos de temporada y de proximidad ya que tendrán las cualidades energéticas necesarias para adaptarnos a la climatología y necesidades energéticas del lugar. Es habitual encontrar tomates en verano por su carácter fresco y acuoso así como coles en invierno ya que aportan calor al organismo.
Durante la época más fría del año, todos los alimentos oscuros (sésamo negro, castañas) y salados (peces y algas) nos nutrirán los riñones y la vejiga. También son especialmente adecuadas las raíces, lo más profundo en la tierra. Por tanto, el nabo (sobre todo el nabo negro), la zanahoria o la remolacha son alimentos ideales para nutrir los riñones, órganos que, según la MTC, son el almacén de energía para toda la vida. Es imprescindible cuidar este sistema para mantenernos vitales y con un estado óptimo de salud.
El invierno también invita a quedarnos en casa, a protegernos del frío y, por este motivo, es el momento de nutrir la parte más interna de nuestro organismo (huesos, médula y cerebro). Así es conveniente comer alimentos calientes como el trigo sarraceno, los ajos, la canela o la avena, y también ligeramente picantes, que nos ayudarán a movilizar la energía hacia las extremidades. También conviene hacer cocciones largas de cualquier alimento, tomar sopas que serán mucho más nutritivas si añadimos huesos (lo más interno de un animal) o espinas y algas (provenientes del mar y ricas en minerales).
Las legumbres en general son muy recomendables en esta época del año. En oriente y ya también en occidente, utilizan las judías azuki, una legumbre de color oscuro con forma de riñón que tanto por su aspecto como por su color, nos indica que es un alimento fantástico para nutrir este órgano. De ahí el dicho popular, “De lo que se come se cria”.
En cuanto a las frutas, las frutas más oscuras, como las moras, son ricas en antioxidantes, sustancias antienvejecimiento. Las semillas como el sésamo o las pipas de calabaza, también ayudarán a nutrir este elemento ya que son la información genética del alimento