18/11/2025
La cesárea puede salvar vidas. Pero también puede dejar huellas profundas.
No es el procedimiento en sí lo que la vuelve traumática, sino cómo fue vivida:
la soledad, la pérdida de control, el miedo, la falta de información,
la sensación de no ser mirada como persona.
El trauma no nace solo del bisturí, sino del quiebre emocional de una experiencia que debería haber sido contenida.
Cuando una mujer dice que su cesárea fue traumática, no está desvalorizando la medicina. Está nombrando una herida que necesita reconocimiento y cuidado.
Validar el dolor no es culpar: es el primer paso para integrar la experiencia y sanar.
Si acompañas a mujeres que han atravesado una cesárea, recuerda: cada historia necesita ser escuchada sin juicio.
Cada cuerpo tiene su propio relato.