27/11/2025
Piensa en las series de moda: historias donde el amor verdadero solo existe si acaba en boda,
y donde todo lo que se sale de la norma termina siendo un escándalo o un secreto.
El discurso médico también impone mandatos.
Nos dice que los cuerpos deben ajustarse a una norma:
menstruar sin dolor, tener deseo sexual “regular”,
producir hormonas “correctas”, responder a diagnósticos como si el cuerpo fuera una máquina que hay que arreglar…
Y si no encajas, algo está “mal en ti”.
Y en el fondo, todos estos discursos nos enseñan lo mismo:
Que hay formas correctas y otras incorrectas de sentir, de desear, de vivir el cuerpo.
Que hay maneras aceptables de ser mujer, de ser hombre, de ser persona.
Pero en realidad, lo que enferma muchas veces no está dentro de la persona, sino en esas normas invisibles que la encorsetan.
Por eso, en una terapia con perspectiva de género, no solo se escucha lo que alguien dice, sino también lo que la cultura le ha hecho creer que puede o no puede ser.
¿Estás de cuerdo? Te leemos en comentarios!