17/11/2025
Soy Nelma Carvalho y llegué aquí con un sueño muy claro: darle una vida digna a mi familia. Ese fue mi primer motor, la fuerza que me impulsó a empezar desde cero, en un país nuevo y con miles de dudas… pero con una determinación enorme.
Lo curioso es que, aunque ese fue mi primer sueño, dentro de mí ya ardía otro.
Un deseo que llevaba años susurrándome al corazón: dedicarme a la belleza y al empoderamiento femenino.
Desde pequeña me fascinaba ver cómo un pequeño cambio podía encender una sonrisa, cómo un detalle podía elevar la confianza de una mujer y recordarle quién era.
Al principio solo quería trabajar y salir adelante, pero la vida —y mi intuición— me llevaron justo hacia aquello que siempre había amado.
Comencé con la manicura, y en cada diseño sentía que algo en mí despertaba.
Pronto entendí que no solo embellecía manos… estaba devolviendo seguridad, autoestima y brillo.
Ese fuego interno me llevó a seguir formándome: depilación con hilo, diseño de cejas, micropigmentación, tratamientos faciales… y cada técnica me hacía sentir más cerca de mi propósito real.
Porque sí, vine con un sueño, pero encontré uno mucho más grande:
ser un puente para que cada mujer recuerde la fuerza, el valor y la belleza que ya tiene dentro.
Hoy sé que no elegí esta profesión por casualidad.
La belleza siempre me eligió a mí.
Y cada mujer que pasa por mis manos me confirma que estoy exactamente donde debo estar.
Gracias a quienes han sido parte de mi camino, a quienes confiaron en mí cuando recién empezaba, y a quienes hoy siguen apostando por mi trabajo.
Si tú también tienes un sueño, aunque parezca imposible, dale espacio…
Porque a veces, los sueños que vienen del alma acaban construyendo la vida que siempre quisimos.