08/06/2021
El shiatsu se inspira en técnicas manuales de curación practicadas en China desde hace milenios. Toma la división de la energía vital en dos corrientes (ying yang) e integra la teoría de los elementos (metal, fuego, tierra, madera, agua). El exceso de una de estas corrientes provoca un desequilibrio, que en la medicina tradicional se define como enfermedad.
Shi designa los dedos y la mano, y atsu indica presión; así pues shiatsu significa “aplicar presión sobre el cuerpo con los dedos”. El shiatsu está reconocido por el Ministerio de Salud japonés como una práctica de medicina completa.
Esta técnica tonifica, armoniza, se ejerce mediante la presión de los pulgares a lo largo de los meridianos del cuerpo.
Tiene una función preventiva, refuerza y cuida el estado de salud. Reequilibra las funciones vitales del cuerpo (respiración profunda, relajación muscular, sueño).
Alivia síntomas provocados por el stress, ansiedad, dolores de cabeza y espalda. Mejora la respiración tensiones musculares, relaja, aumenta la resistencia corporal frente a las agresiones, activa procesos de autocuración del cuerpo y refuerza su sistema inmunológico.
Ayuda a liberar bloqueos emocionales, trauma psicosomático y un sinfín de situaciones que no nos permiten vivir una vida más acorde con nosotros y nuestra naturaleza.
