13/02/2019
𝘼𝙈𝘼, 𝘼𝙄𝙏𝘼, 𝙀𝙎𝘾𝙐𝘾𝙃𝘼𝘿
- No me deis todo lo que os pida. Muchas veces sólo pido para ver cuánto puedo coger. Si me lo dierais, tendría más, pero no sería mejor.
- No me deis siempre órdenes. Si en lugar de mandarme tanto, me pidierais las cosas por favor, yo lo haría más rápido y con más gusto.
- No cambiéis de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decidid y mantened esa decisión. En medio de mis muchas vacilaciones necesito vuestra seguridad.
- Cumplid vuestras promesas, sean buenas o malas. Si me prometéis un permiso, dádmelo; pero también si es un castigo. Así me iré curtiendo en la vida.
- No me comparéis con nadie. Ni con mi hermano, ni con mi hermana. Si me ensalzáis por encima de los demás, alguien va a sufrir; pero si me rebajáis ante los demás, seré yo quien sufra. Tampoco me comparéis con vosotros cuando teníais mi edad, pues nuestras vidas son muy diferentes.
- No me corrijáis las faltas delante de nadie. Enseñadme a mejorar cuando estemos solos. Os lo agradeceré infinitamente.
- Dejad que me valga por mí mismo. Aunque en ocasiones me equivoque. Si vosotros lo hacéis todo por mí, yo nunca podré aprender.
- No me gritéis. Os respeto menos cuando lo hacéis y, además, me enseñáis a gritar a mí también. Yo no quiero hacerlo.
- No digáis mentiras delante de mí. Ni me pidáis que las diga por vosotros, aunque sea para sacaros de un apuro. Me siento muy mal y noto que pierdo la fe en lo que decís.
- Cuando os equivoquéis, admitidlo. Así crecerá la opinión que tengo sobre vosotros, y me enseñaréis a admitir mis equivocaciones.
- Cuando os cuente un problema mío, no me digáis: “No tengo tiempo para tus tonterías” o “Eso no tiene importancia”. Tratad de comprenderme y ayudarme.
- Tratadme con la misma cordialidad y amabilidad con que tratáis a vuestras amistades. Porque seamos una familia no quiere decir que no podamos ser también amigos.
- No me digáis que haga una cosa si vosotros no la hacéis. Así aprenderé yo a hacer siempre lo que vosotros hacéis, aunque no lo digáis; pero nunca lo que decís pero no hacéis.
- Queredme y decídmelo. Me gusta oíroslo, aunque creáis que o es necesario decirlo.