28/11/2025
Y llegué… 18 años después.
Pero esta vez con otro propósito: estudiar ayurveda y encontrar momentos para reconectar conmigo misma, algo que estos últimos meses he necesitado más que nunca.
Qué decir… al llegar volvió ese olor imposible de olvidar: humo, incienso, cacahuetes, chapatis tostándose… y las vacas sagradas que te recuerdan, de alguna manera, que aquí todo tiene su propio ritmo.
Venía con un miedo extraño, una inquietud en el alma que no sabía explicar.
Hoy… desapareció.
Me vuelvo a sentir en casa.
En este país de contrastes que siempre me recibe con los brazos abiertos.