09/12/2025
El entrenamiento: La danza entre la forma y el vacío
Imagina que el entrenamiento no es solo un proceso de sumar (fuerza, músculo, resistencia), sino también un arte maestro de restar (debilidades, limitaciones, tensiones). Es la danza eterna entre el hierro (la presencia) y el espacio (la ausencia).
1. La presencia (El Yang del entrenamiento): El Hierro y la Acción
· ¿Qué es? Es todo lo que agregas y manifestas:
· La barra cargada.
· El músculo que se contrae.
· El sudor que cae.
· La repetición que cuentas.
· El volumen y la intensidad.
· Su papel: Es la parte visible y tangible. Es el esfuerzo, la lucha, la fuerza que se impone contra la resistencia. Es el "Hacer". Sin esta presencia activa, no hay estímulo, no hay cambio, no hay crecimiento. Es el golpe del escultor sobre el mármol.
2. La Ausencia (El Yin del Entrenamiento): El Espacio y la No-Acción
· ¿Qué es? Es todo lo que quitas y permites:
· El descanso: La ausencia de estímulo para que el cuerpo se repare y se fortalezca.
· La recuperación: La ausencia de desgaste para que se llene el tanque de energía.
· La flexibilidad/movilidad: La ausencia de tensiones y adherencias que restringen el movimiento.
· La técnica perfecta: A menudo, no se trata de agregar más fuerza, sino de eliminar los movimientos innecesarios y contraproducentes. Es la ausencia de fugas de energía.
· Su papel: Es la parte invisible, pero esencial. Es el "No Hacer" que permite que el "Hacer" tenga significado y efecto. El músculo no crece en el gimnasio; crece en la ausencia de actividad, en el descanso. La fuerza máxima no se manifiesta si está presente la fatiga