21/10/2025
La vergüenza es una de las emociones más potentes y más difícil de gestionar.
La veo cada día en mis chavales: detrás de la rabia, del silencio o de la ironía, suele haber miedo al rechazo… y un deseo profundo de pertenecer.
La vergüenza nace muy pronto, cuando empezamos a reconocernos a través de los ojos de los demás.
Es una emoción social, que cumple una función adaptativa: mantener el vínculo. Nos avisa de que podríamos quedar fuera del grupo y, por tanto, nos empuja a reparar, a encajar, a proteger el lazo con los demás.
Por eso duele tanto: cuando sentimos vergüenza, el cuerpo se tensa, la cara se calienta y la mente busca esconderse. Es una forma del cerebro de decir “no me expongas, no me dejes fuera.”
A nivel neurobiológico, la vergüenza activa el sistema límbico (en especial la amígdala) y zonas del córtex prefrontal medial, relacionadas con la autoconciencia y la mirada social.
Es una emoción profundamente humana: solo sentimos vergüenza cuando deseamos pertenecer.
En la adolescencia, esta emoción se amplifica. El cerebro adolescente vive una etapa de reorganización y de intensa necesidad de grupo.
Por eso la mirada de los otros puede volverse tan determinante. Y muchas conductas que parecen desinterés o desafío —la ironía, el aislamiento, la rabia— son, en realidad, formas de protegerse del dolor del rechazo.
Acompañar la vergüenza implica mirar sin juicio, ofrecer presencia segura y aceptación. Cuando alguien puede sostener esa emoción sin tener que esconderse, el cuerpo empieza a relajarse y el cerebro entiende que no hay peligro.
💛 A nivel corporal, podemos ayudar al sistema nervioso a salir del bloqueo que provoca la vergüenza con gestos sencillos:
• Respirar profundo, dejando salir el aire lentamente.
• Bajar los hombros y notar el contacto con el suelo o la silla.
• Levantar un poco la mirada o mover suavemente el cuello.
• Buscar el contacto visual o físico con alguien de confianza.
Pequeños actos que le comunican al cuerpo: “No estás solo, sigues perteneciendo.”
Y ayer una paciente muy bonita me regaló el muñeco de vergüenza de Inside out 2. Estoy totalmente agradecida de acompañar a tanta gente bonita.
Gracias de corazón ♥️