29/10/2025
A veces, cuando todo parece haber vuelto a la normalidad, el cuerpo sigue viviendo en emergencia.
No lo hace por capricho: lo hace porque recuerda.
Porque durante la DANA (o cualquier experiencia intensa) tuvo que protegerte… y aún no ha recibido la señal de que puede bajar la guardia.
Esa tensión, ese insomnio o esa necesidad de control son respuestas normales de un cuerpo que todavía no se siente seguro.
Darle espacio a lo que sientes, hablarlo y pedir ayuda si lo necesitas también son formas de reparación.
No hace falta que lo superes a toda prisa: sanar no es olvidar, es volver a sentirte a salvo. 🌱