29/10/2025
📲En la era de Instagram, la comparación se ha vuelto casi automática: vemos vidas aparentemente perfectas y sentimos que no alcanzamos ese estándar.
Que comparemos es algo adaptativo y evolutivo ✅
Nuestro cerebro compara contínuamente, con la finalidad de aprender y de socializar de manera exitosa.
Pero, esta función se ha disparado con el uso de las tecnologías y las redes sociales, a través de las que recibimos contínuamente estímulos que muestran los aspectos más deseables de la vida ajena, pero que no son siempre reales y no representan la totalidad de la historia y el día a día de las personas que seguimos.
💡 La comparación no es el problema en sí; el problema es idealizar lo externo y desvalorizar lo propio.
Al final de post, aparecen algunas estrategias que podemos aplicar para tratar de proteger nuestra autoestima de lo que percibimos y sentimos en las redes 😉
🌿 La clave está en poner el foco en lo SÍ tenemos, y en lo que ya somos: valora lo que eres, tus logros y tu esfuerzo y celebra todos tus avances (que son probablemente muchos más de los que alcanzas a ver 💛)