10/01/2021
Buenos días, hoy vamos a hablar sobre los miomas uterinos o fibromiomas. Éstos son los tumores benignos más frecuentes del útero, pudiendo afectar a 1 de cada 3 mujeres. Se producen a partir de células del músculo liso del útero. Pueden ser únicos o múltiples. Su aparición más frecuente es sobre los 50 años. Durante el embarazo pueden crecer. En la menopausia su volumen disminuye.
SÍNTOMAS: La mayoría no da síntomas. El más frecuente es sangrado menstrual abundante. Otros síntomas son: dolor con la regla, dolor con las relaciones sexuales, dolor abdomino-pélvico agudo, dolor y sensación de presión en el bajo vientre, estreñimiento, dificultad para vaciar la vejiga o un aumento en el número de micciones, dificultad para embarazarse y aumento en el número de abortos espontáneos. Cuando son de gran volumen durante el embarazo pueden aumentar el número de cesáreas por mala colocación del feto, amenaza de parto prematuro, menor crecimiento fetal o rotura de la bolsa. A veces también producen lumbociática por compresión del nervio ciático.
DIAGNÓSTICO: Se realiza por el examen clínico y sobre todo con la ecografía ginecológica. En pocas ocasiones es necesario realizar una RMN o un TAC. Cuando el crecimiento se realiza hacia el interior de la cavidad del útero puede ser de utilidad realizar una histeroscopia (técnica mediante la cual se introduce un delgado tubo a través del cuello para visualizar directamente el interior del útero).
CLASIFICACIÓN: Según la localización en el útero pueden ser: subserosos (crecimiento por fuera de la capa externa del útero), submucosos (crecen dentro de la cavidad uterina) e intramurales (crecimiento en el espesor de la pared del útero).
TRATAMIENTO: Los miomas asintomáticos no necesitan tratamiento. Si existen hemorragias, se manejan inicialmente con tratamiento médico orientado a disminuir la cantidad de sangrado, generalmente de tipo hormonal, ya sea vía oral o mediante dispositivos intrauterinos. En ocasiones, el tratamiento debe ser quirúrgico y va depender primordialmente del deseo de tener hijos; en ese caso, y siempre que las condiciones lo permitan, se realiza una miomectomía (exéresis de los miomas). En otras ocasiones sería necesario la extirpación del útero (histerectomía). Existe otra técnica conservadora llamada embolización de las arterias uterinas, que en miomas menores de 6 cm puede ser efectiva.