19/09/2025
📸 Vicente Albero Irles
Fotógrafo, contador de historias y alma generosa de Novelda
Vicente Albero Irles no solo mira el mundo a través de un objetivo: lo interpreta, lo dignifica y lo comparte. Nacido en Novelda —y profundamente orgulloso de sus raíces— celebra hoy los 70 años de aquel gesto fundacional de su padre, que plantó la semilla de lo que sería mucho más que un negocio familiar: una escuela de vida, una pasión sin tregua, un modo de estar en el mundo.
🌍 Un viajero con propósito
Con la cámara siempre en la mano, Vicente ha recorrido medio planeta, capturando no solo imágenes, sino esencias. Su mirada no discrimina: puede conversar con una estatua o con un niño, porque para él todos somos iguales y merecedores del mismo respeto. Esa sensibilidad lo convierte en un retratista excepcional, capaz de revelar lo invisible.
🤝 Comprometido con ACCI
En la última expedición con la Asociación Contra la Ceguera Internacional (ACCI), Vicente ha ejercido de Mugrilla —ese rol que mezcla humor, cercanía y humanidad— dejando una huella imborrable. Las fotografías que hemos ido publicando, llenas de alma y verdad, son obra suya. No son solo imágenes: son testimonio, denuncia, esperanza.
👶 Kids of Cooper: un proyecto que transforma
Su iniciativa Kids of Cooper ha cambiado vidas en Ghana, y también ha abierto muchos ojos en España. A través de la fotografía, Vicente ha logrado conectar mundos, despertar conciencias y sembrar empatía. Es arte con impacto, belleza con propósito.
🎨 Arte en la calle: su firma personal
Sus proyectos de Arte en la calle son ya parte del paisaje emocional de Novelda y más allá. Lleva la fotografía fuera de las galerías, al encuentro directo con la gente, democratizando el arte y haciéndolo accesible, cercano, vivo.
💛 Generosidad sin filtros
Trabajador incansable, Vicente no se guarda nada. Cada imagen, cada experiencia, cada aprendizaje lo comparte con generosidad. Su legado no está solo en sus archivos, sino en las personas que ha tocado con su arte y su humanidad.
Vicente Albero Irles es mucho más que un fotógrafo: es un puente entre culturas, un testigo comprometido, un sembrador de belleza y justicia. Y todo eso, sin dejar de ser el vecino entrañable de Novelda que nunca ha perdido el norte ni el alma.