14/05/2020
Es una pena estar trabajando de repartidor de paquetería y que te reciba una pareja mayor con miedo a contagiarte. Es una pena que de sus bocas salga que no te acerques a ellos porque como los viejos ahora mismo son una bomba de relojería... Una pena que no puedan ver a sus hijos ni a sus nietos la verdad.
Esa gran generación, la que lucharon y lucharon por lo que actualmente tenemos y muchos no lo aprecian se la están cargando, que se tengan que sentir solos es una pena.